cartel Podemos

"Un sombrero de tres picos", titular The Economist esta semana para hablar sobre el auge de Podemos en la política española. Tras el nombramiento de manera oficial de Pablo Iglesias como Secretario General hace una semana, el semanario británico analiza el papel de la formación que define de "partido radical".

El ascenso de Podemos es, según The Economist, "un triunfo del "Sr. Iglesias" y de los profesores universitarios tecnológicamente astutos y activistas que han diseñado, puesto en marcha y mantenido el control del partido en sus primeros diez meses". También es "la marca del resurgimiento de los indignados, los manifestantes que pacíficamente se hicieron con las plazas en mayo de 2011".

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Dibuja el semanario el escenario que ha sido germen de la fuerza de Podemos: años de desempleo crónico, un rescate bancario, una segunda recesión (y ahora amenaza otra en Europa) y una avalancha de casos de corrupción. "En las encuestas de opinión, el apoyo a Podemos ha subido hasta un 28%. Pero convertir esto en votos reales todavía puede resultar difícil".

PROMESAS Y ESCEPTICISMO

Para The Economist, Podemos tiene un programa débil, que despierta esperanza en unos y escepticismo en otros, con la promesa de una nueva política, más allá del paradigma izquierda-derecha. "Algunos miembros de alto rango del partido provienen de grupos con nombres como Juventud sin futuro o la Izquierda Anticapitalista", recuerda, y recurre también a la crítica que se cierne sobre ellos con asiduidad: "Otros han trabajado con la izquierda Bolivariana de Venezuela". Recuerda el semanario que, entre los apoyos que atesora, el de Alexis Tsipras, líder del partido "radical" Syriza de Grecia.

Resume la publicación que la principal demanda de Pablo Iglesias es una reescribir la Constitución paraacabar con el "régimen de 1978" y deshacerse de una "casta" de políticos corruptos. Asegura también que Podemos resolvería el problema catalán con una votación sobre la independencia; y en Economía, apuesta por una reestructuración de la deuda pública, más intervención del Gobierno y subida de impuestos a los ricos para mantener unos mejores servicios públicos. Quiere también que los españoles trabajen menos horas, como forma de reducir el desempleo del 24%. Para argumentar estas medidas cita a economistas tan conocidos como Joseph Stiglitz, Paul Krugman y Kenneth Rogoff.

GARZÓN, OTRA ESTRELLA DE LOS INDIGNADOS

El semanario recuerda que Podemos pronto podría alinearse con Izquierda Unida, dado que el joven economista de 29 años, Alberto Garzón, podría ser el futuro líder de la formación y es "otra estrella de los indignados". En este punto menta a Pedro Sánchez, secretario general del PSOE al que sitúa en la tesitura de o aliarse con Podemos o con su gran rival, el PP.

En cuanto a la perspectiva del PP, The Economist coincide con la idea de que para el partido de Mariano Rajoy, Podemos es una formación radical que debilita a su rival socialista principal. Aunque añade: "Al Gobierno también le preocupa que pueda ahuyentar a los inversores".

Concluye que Rajoy es un devoto tenaz de la constitución, que rige un sistema que ha visto al PP y al PSOE turnarse para gobernar España durante 32 años.

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