bce, banco central europeo

El programa de compra de bonos del BCE abre el debate sobre la reacción de las primas de riesgo de los países periféricos, en especial la de España. La rentabilidad de los bonos españoles ha llegado a caer hasta mínimos durante la semana y de los 100 puntos básicos para aterrizar al cierre del viernes en los 91,50 puntos básicos.

“Las medidas del BCE se han traducido en una mínima reducción de la percepción de riesgos”.

Una de las novedades del programa de compra de bonos es que el papel de los bancos nacionales. Según el estratega de Citi, José Luis Martínez Campuzano, “creo que vamos a seguir viendo recortes de la prima de riesgo, porque van a ser los bancos nacionales los que asuman el riesgo”. Pero por otro lado afirma que “las medidas del BCE se han traducido en una mínima reducción de la percepción de riesgos”.

Pero avisa de la posible distorsión que pueda implicar “la pregunta es si va a pasar algo en los mercados europeos porque no van a reflejar la situación real, o se convierten en una burbuja o se amortizan con el tiempo”, afirma.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre la reacción de los inversores al ver la rentabilidad de los bonos empujada a la baja. Según Victoria Torre, analista de Self Bank, “la opinión está dividida, algunos piensan que el efecto está descontado, pero otros aseguran que no. Las apuestas ahora mismo se inclinan a que la prima de riesgo española podría llegar a los 70 puntos básicos”.

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Aún así, muchas de las decisiones del mercado, se basarán en la percepción de los inversores sobre el desarrollo de las economías mundiales, “además del programa de compra de bonos, van a mirar también el crecimiento de los países”.

"Las apuestas ahora mismo se inclinan a que la prima de riesgo española podría llegar a los 70 puntos básicos”.

Existe, al mismo tiempo, otro frente para la prima de riesgo: se trata de las referencias. Tradicionalmente, se ha utilizado el bono alemán por considerarse el activo más seguro de la eurozona. Pero recientemente, esta referencia ha cambiado hacia el bono sindicado europeo con vencimiento a finales de abril de 2015. Se trata de un movimiento normal que “no ha afectado mucho”, según explica Campuzano.

Sin embargo, la dualidad entre el bono español y el alemán que alimentó los peores momentos de la crisis financiera está ahora en entredicho. Según Daniel Pingarrón, analista de IG Markets: “cuando la deuda alemana mejoraba en el mercado y reducía su rentabilidad, la española tendía a empeorar, y viceversa. Esto se debía a que ambas deudas presentaban una calidad muy diferente: la alemana, se consideraba deuda sin riesgo, y era un activo refugio que se buscaba cuando existían dudas o pesimismo sobre la economía, los mercados europeos, la integridad del €, etc; mientras que la española, era considerada como un activo de riesgo y de alto rendimiento”.

"Los riesgos asociados a la deuda española se han reducido muchísimo"

Pero hoy nos encontramos ante una situación diferente: “Los riesgos asociados a la deuda española se han reducido muchísimo, y el valor refugio de la deuda alemana ha dejado de ser tan interesante. La bajísima inflación o deflación que presentan ambos países, y las políticas anunciadas monetarias por el BCE, han acabado con esa dualidad”, explica Pingarrón.

Lo que queda por ver es cómo se comportarán en el futuro y si las medidas de Draghi podrán oxigenar la situación de los países para obtener el crecimiento económico esperado, y volver a ratios de déficit saludables que evitar la vuelta a capítulos donde la prima de riesgo ocupaba las alertas rojas de los informativos.

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