Durante las últimas semanas estamos asistiendo a movimientos algo más volátiles de lo habitual en la renta variable europea pero lo cierto es que, aunque in extremis, los niveles de soporte más inmediatos están aguantando.

En intradía hemos asistido a alguna que otra perforación a la baja que al final no terminaba de ser confirmada. Lo que me sigue llamando mucho la atención son los continuos mensajes catastrofistas sobre la renta variable del Viejo Continente y de Wall Street. Cuando resulta que a ambos lados del planeta seguimos sin tener señales de debilidad técnica por ningún lado, al menos por el momento.

Obsérvese la evolución del índice europeo ajustado por dividendos (SX5T) y fíjense en lo impecable de la sucesión de mínimos crecientes. De este gráfico podemos deducir que en la medida en que no se perforen los mínimos de agosto no tendremos ninguna señal de debilidad importante en lo que a la actual estructura de precios se refiere. Así que, por enésima vez, por favor, no veamos fantasmas donde todavía no los hay.

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