MADRID, 03 JUN. (Bolsamania.com/BMS) .- El polémico economista Santiago Niño Becerra valora a estas horas en su cuenta de Twitter los datos de paro registrado y afiliaciones a la Seguridad Social, y se cuestiona los tipos de contrato que han engrosado las listas de nuevos empleos, su duración y sus salarios medios: “Vale, ha crecido el número de afiliados en 24.604 (…) Todas las economías, España en particular, han entrado en una deriva perversa: recuperación es la creación de cualquier tipo de empleo, con cualquier tipo de contrato, con cualquier importe salarial, y que cotice con cualquier cantidad. La crisis está sirviendo para aceptar una nueva normalidad: la sociedad del 33%. Y lo peor es que, quienes lo dicen, lo cuentan como muy bueno y la mayoría de quienes lo escuchan lo oyen como bueno”.

Avisa Niño Becerra que, “dentro de unos meses se aceptará como normal un desempleo estructural de entre el 14% y el 16%, con la mayoría de la población ocupada con contratos temporales y a tiempo parcial, y con salarios reales medios inferiores al 40% a los del 2006. El tejido empresarial se habrá reducido y concentrado. Y el papel redistributivo del Estado será un pálido reflejo de lo que fue. Entonces alguien saldrá por la tele y dirá que la crisis, ¡por fin!, se ha acabado”. Y concluye con un paréntesis como si lo comentase en voz muy baja para que nadie le oiga: “Y quienes digan que no tal vez sean sospechosos de algo feo”.

Advierte también sobre la precariedad del empleo que se crea el mediático economista José Carlos Díez, profesor de Icade: “La cruz es que el empleo que se crea es muy precario”. Sin embargo, el siempre pesimista economista, que ha hecho célebre el hashtag #novamosbien, arranca hoy su blog en Cinco Días así: “Este economista observador lleva meses negando la supuesta recuperación simplemente por que los datos no la confirmaban. Ahora, con los datos desde el mes marzo, empezamos a ver una recuperación de la actividad acompañada del empleo. Ayer la Agencia tributaria dio datos de ventas de grandes empresas que suponen dos tercios del PIB. Se observa recuperación del consumo y de las exportaciones en marzo y abril”.

Las malas noticias para Díez son que “Rajoy lo va a interpretar mal. Volverá a vender esta recuperación en clave política para justificar su política económica, especialmente ahora que el PP se ha hundido en las elecciones europeas. La llegada de turistas no tiene nada que ver con nuestra política económica. En Reino Unido y Alemania se crea empleo y suben los salarios y se van más de vacaciones. En España nuestro sector hotelero ha bajado los precios y ha hundido los salarios y somos mucho más competitivos. Pero hemos entrado en deflación”. Además de la precariedad de los empleos avisa sobre un año sin consolidar el déficit y una deuda pública que crece sin control: “El resultado de este crecimiento débil con deflación es que las cotizaciones a la seguridad social suben un raquítico 1%, a pesar del aumento de la cuota a las autónomos y la obligación de cotizar por los cheques restaurantes. Pero se están compensando por las tarifas planas. El déficit de la seguridad social en el primer trimestre superó los 5.200 millones, lo cual nos lleva a más de 20.000 millones anuales. Y podría ser peor: los gastos por prestación por desempleo caen pero a cambio mucha gente entra en pobreza severa”.

Díez cree que el presidente sólo piensa en evitar una debacle electoral en 2015, y de ahí que anuncie estímulos como los 6.000 millones de euros en medidas que va aprobar el viernes el Consejo de Ministros, y por eso, como acaba de afirmar el propio Rajoy en unas jornadas de The Economist, va a bajar el IRPF y no piensa subir el IVA. Lo malo, para este economista, es que la deuda de un billón de euros de España no permite más estímulos, sino que debería ser Europa la que los haga y parece que no está dispuesta. Díez se despide, no obstante, con un mensaje optimista aunque suena irónico: “Alegrémonos por esas casi 200.000 personas que han encontrado empleo y disfrutemos del turismo durante el verano como la cigarra. En el invierno Dios proveerá”.

María Gómez
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