paul krugman, krugman, nobel, economía

Paul Krugman, premio Nobel de Economía de 2008, pone de ejemplo la gestión del ébola en Estados Unidos, para demostrar que 2014 debería pasar a la historia como un año en el que se hicieron bien las cosas en la economía de Estados Unidos. Recuerda que mientras los medios de comunicación llamaban la atención con tremendismo sobre el virus llegada de África, no ha habido brote alguno de la enfermedad en el país y los centros de control han demostrado que funcionan, sin necesidad de cerrar fronteras.

En su columna en The New York Times explica su postura: "No hay duda de que la recuperación de la crisis de 2008 ha sido muy lenta y debería haber sido mucho más rápida. En particular, la economía se ha visto frenada por los recortes sin precedentes en el gasto público y en el empleo. La historia que se escucha constantemente retrata la política económica como un desastre sin paliativos, con una supuesta hostilidad del presidente Obama para hacer negocios y crear empleo", pero "el registro real permite descubrir que el crecimiento y la creación de empleo han sido sustancialmente más rápidoas durante la recuperación de Obama, de lo que lo fueron durante la de Bush en su última década (incluso ignorando la crisis final)".

Lee aquí: El PIB de Estados Unidos registra el mayor crecimiento en más de una década.

Tal vez la gestión económica no haya sido tan mala, después de todo

Los datos recientes de los que se hace eco Krugman sugieren que la economía de Estados Unidos está cobrando fuerza (un 5% de crecimiento en el último trimestre) y recuerda que "hay algunas personas que les gusta afirmar que el éxito económico se debe juzgar por el desempeño del mercado de valores" y Wall Street está en máximos. Recuerda cómo economistas republicanos advertían que Obama "estaba matando la economía de mercado (...) Tal vez la gestión económica no haya sido tan mala, después de todo".

Krugman valora de forma muy positiva también la reforma del sistema sanitario de Obama, el conocido como Obamacare, que no ha supuesto la hecatombre que mucho predijeron, así como su gestión de la política exterior: "Trata de contener amenazas como la Rusia de Vladimir Putin o el Estado Islámico, en lugar de apresurarse a una confrontación militar". Y concluye con un apoyo férreo a la labor de Obama en estos 365 días: "Nadie lo sabe, pero 2014 ha sido el año del 'Yes, we can'".

Lee además:

Europanic 2.0, por Paul Krugman: 'Solucionar esta crisis de Europa no será tan fácil como en 2012'.

contador