• El país podría incumplir su próximo pago de bonos el 30 de julio

Contra las cuerdas y a la espera de que ocurra un milagro. Esa es la situación de Argentina que tienen que lograr un acuerdo de reestructuración con sus tenedores de bonos a más tardar el miércoles si no caerá en default o impago de su deuda y eso traería serios problemas para el país.

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"Argentina caerá en incumplimiento de pagos en pocos días a menos que el país pueda encontrar una manera de satisfacer a los acreedores a los que debe cerca de 1,500 millones de dólares. La única opción que le queda parecen ser las negociaciones, y un compromiso. Si no alcanza un acuerdo, el país podría incumplir su próximo pago de bonos el 30 de julio", destaca en un artículo CNN.

Es más, este fin de semana trascendía que el gobierno de Cristina Kirchner podría estar preparando un esquema para blindar los bienes nacionales y las cuentas de los embargos masivos que podrían caer en caso de que se produjera el default.

Entre círculos cercanos a la presidenta del país, Cristina Fernández, se habla de una carpeta que contendría los escenarios económicos del segundo trimestre, aunque no figuran conceptos como "recesión", "desempleo" o "inflación" para no hacer referencias pesimistas a la inminente crisis que se avecina sobre el país. En vez de eso, las palabras usadas serían “caída de la actividad”, "aumento de precios” y “caída del empleo".

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El caso es que el equipo kirchnerista trabaja a contrarreloj y, según afirma Silvia Mercado en Infobae, “es más que probable que los pronósticos estén dulcificados”. A esto, Mercado añade declaraciones en las que se asegura que “La presidenta está convencida de que no es el Estado argentino el que corre más riesgos ante el default, sino el sector privado”.

LA SITUACIÓN ACTUAL

En todo caso, lo cierto es que el problema de Argentina es el resultado de una maratónica batalla legal con un pequeño grupo de acreedores holdouts (a los que el país llama 'fondos buitre') que han exigido el pago total de los bonos que tomaron después del último impago del país en 2001.

La mayor parte de otros tenedores de bonos del país han llegado a acuerdos sobre reestructuraciones de deuda, pero los holdouts han librado una batalla en la corte por el capital completo más intereses.

La cuenta regresiva hacia el impago se inició formalmente el mes pasado cuando el juez estadounidense, Thomas Griesa dictaminó que si Argentina no paga a los holdouts, no podrá hacer más pagos a sus tenedores de bonos reestructurados.

El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner está jugando un peligroso juego suicida con los holdouts, dice el artículo. Aunque en su defensa, Kirchner ha argumentado que se quiere castigar a un país que está pagando sus deudas.

"El país podría incumplir su próximo pago de bonos el 30 de julio"

En todo caso, Argentina está preocupada porque un acuerdo con los holdouts pueda generar miles de millones de dólares en reclamaciones adicionales. El Gobierno del país también insiste en que no tiene suficiente tiempo para llegar a una resolución justa.

"Hasta el momento, los dos grupos parecen estar haciendo muy poco progreso en las negociaciones ordenadas por el tribunal. Un mediador del tribunal, Daniel Pollack, dijo recientemente que Argentina se había negado a entrar en conversaciones directas con los holdouts, que incluyen a varios fondos de cobertura estadounidenses"

“El Gobierno de Argentina dejó en claro que elegirá incumplir sus pagos la próxima semana”, dijo NML. “Argentina se negó de nuevo a negociar cualquier aspecto del litigio. En cambio, sus representantes se limitaron a afirmar que no hay solución posible”.

Fernández, quien siempre se ha opuesto a pagar a los holdouts (fondos buitre), ha dicho que no aceptará ningún acuerdo que ponga en peligro el futuro del país.

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