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El primer discurso de Nochebuena del rey Felipe VI se esperaba diferente a los de Juan Carlos I , y así fue. Un cambio de escenario y un mensaje más directo en el que la corrupción, el desempleo, la economía, la falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones y Cataluña fueron los protagonistas.

Tampoco es casualidad que el primer tema escogido fuera la corrupción, después de que el juez Castro haya decidido sentar a la infanta Cristina en el banquillo por delito fiscal. En su mensaje, el rey ha pedido “cortar de raíz y sin contemplaciones” la corrupción para evitar que este tipo de conductas “echen raíces” en la sociedad española y se puedan reproducir en el futuro.

El monarca ha recordado que la justicia está funcionando frente a la corrupción, un problema que genera en la sociedad española una opinión “unánime”. Felipe VI ha aludido así al sentir de los ciudadanos, quienes “necesitan estar seguros de que el dinero público se administra para los fines legalmente previstos”.

"No existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública"

"No existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública; que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse", ha señalado. "Las conductas que se alejan del comportamiento que cabe esperar de un servidor público, provocan, con toda razón, indignación y desencanto", admite el Rey, que llama sin embargo a "afrontar con firmeza y eficacia" éste y otros retos a los que se enfrenta en la actualidad España, en lugar de dejarse "vencer por el pesimismo, el malestar social, o por el desánimo".

Hizo alusión también al reto de “regenerar la vida política y recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones. El rey considera que la sociedad actual se enfrenta además a otros dos desafíos: “preservar” la unidad de España “desde la diversidad” y “garantizar” el Estado del Bienestar.

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REENCUENTRO CON CATALUÑA

"Los desencuentros no se resuelven con rupturas emocionales o sentimentales. Hagamos todos un esfuerzo leal y sincero, y reencontrémonos en lo que nunca deberíamos perder: los afectos mutuos y los sentimientos que compartimos”, ha dicho el monarca, a quien le "duele" y "preocupa" que puedan producirse "fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos".

"Millones de españoles llevan, llevamos, a Cataluña en el corazón. Como también para millones de catalanes los demás españoles forman parte de su propio ser", ha recordado Felipe VI. A Su juicio, lo que hace de España una nación con una fuerza única es “la suma de nuestras diferencias”, que debemos "comprender y respetar" y que "siempre nos deben acercar y nunca distanciar".

ECONOMÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS

El tercer reto tiene que ver con la “dureza y duración” de la crisis económicas. Aunque el rey reconoce una mejora en los datos macroeconómicos, advierte de que los efectos reales sobre los ciudadanos aún no se están notando y que la tasa de paro es “inaceptable”, por lo que la lucha contra el desempleo debe seguir siendo la “gran prioridad”.

"Debemos proteger especialmente a las personas más desfavorecidas y vulnerables"

Felipe VI ha destacado el “sacrificio” de los ciudadanos durante la crisis y ha exigido a los agentes políticos, económicos y sociales que trabajen unidos para crear empleo, sobre todo “empleo de calidad”, porque la economía “debe estar al servicio de las personas”.

"Debemos proteger especialmente a las personas más desfavorecidas y vulnerables. Y para ello debemos seguir garantizando nuestro Estado de Bienestar, que ha sido durante estos años de crisis el soporte de nuestra cohesión social, junto a las familias y a las asociaciones y movimientos solidarios", ha destacado.

CAMBIO DE ESCENARIO

Además del mensaje, más directo que los de Juan Carlos I, Felipe VI ha decidido cambiar el escenario del discurso de Nochebuena. Así, en vez de dirigirse a los ciudadanos desde un despacho, como hacía su padre, ha escogido una sala del palacio de la Zarzuela con un sofá y adornada con un centro de mesa navideño y una flor de pascua.

Las fotografías, como en años anteriores, han tenido especial importancia. En la mesa más cercana al sillón donde se sentaba el rey se veía una imagen de las vacaciones con su esposa, la reina Letizia, y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, y otra fotografía de los reyes dentro de un avión durante un vuelo de regreso de Iberoamérica.

En otra mesita, más alejada y que no se vio hasta uno de los cambios de plano programados en la realización del discurso, Felipe VI aparece junto a sus padres. Esta fotografía estaba acompañada del clásico belén que tradicionalmente ha aparecido en el mensaje de Nochebuena del rey.

Además, este ha sido el primer mensaje de Nochebuena que ha sido transmitido por el Twitter de la Casa Real.

Desde varias formaciones políticas han aplaudido la sinceridad del discurso de Felipe VI a la hora de evaluar los problemas de España. Así, PP y PSOE coinciden en señalar la corrupción y la economía como las preocupaciones principales, mientras UPyD considera que el rey es más realista que el Gobierno a la hora de valorar la situación económica. Por su parte, los dirigentes de Podemos afirman que comparten el diagnóstico que ha hecho el jefe de Estado, aunque no las soluciones ni el apoyo a los partidos tradicionales.

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