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Los acusados son Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley, junto con las entidades europeas Barclays, BNP Paribas, Credit Suisse, Deutsche Bank, HSBC, RBS y UBS.
Según la demanda, los bancos involucrados “se comunicaron entre ellos en chats o a través de mensajes instantáneas y correo electrónico para llevar a cabo su conspiración” y manipular el mercado Forex, comenzando al menos en enero de 2003. Además, los demandantes alegan que los traders mantenían una relación estrecha que facilitaba su complot.
Según WSJ, la demanda no especifica la cantidad que reclaman por daños.
J.M.