• Bajos salarios para trabajos de baja cualificación
  • Grandes alianzas entre China y el país africano

Uno de los principales motivos de esta situación es el bajísimo salario que cobran los empleados por su trabajo. En una de las fábricas de zapatos, un trabajador cobra alrededor de 40 euros al mes, casi un 10% menos que en una factoría china.

Etiopía es exactamente igual que China hace 30 años. En un país donde el 80% de la población activa se dedica a la agricultura, los fabricantes no tienen que preocuparse por encontrar nuevos trabajadores. Su población de aproximadamente 96 millones es la segunda más importante de África. Una combinación de mano de obra barata y un gobierno tratando de atraer la inversión extranjera hace que Etiopía sea más atractivo que muchas otras naciones africanas.

3.500 trabajadores de una fábrica en Huajian, Etiopía produjeron dos millones de pares de zapatos el año pasado. La fábrica, situada en una de las primeras zonas industriales y cuenta con el apoyo del gobierno del país. Llegó a ser rentable en su primer año y ahora genera entre 100.000 y 200.000 dólares al mes, cifra que aumentará a medida que los trabajadores estén mejor cualificados.

INVERSIÓN CHINA

China, África y muchos minoristas mundiales tienen participaciones en Etiopía y países como Tanzania, Ruanda y Senegal se convierten en bases de producción viables para productos de trabajo intensivo.

El primer ministro chino Li Keqiang, y el primer ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, respaldaron el movimiento de las industrias chinas a Etiopía. China está "apoyando la gran visión de Etiopía para convertirse en potencia manufacturera de África", dijo Hailemariam.

El descenso del consumo en Estados Unidos y Europa debido a la crisis financiera llevó a los minoristas globales a reducir aun más los costes, buscando productores más baratos. El aumento de salarios en las fábricas chinas es otra de las razones de peso para este cambio.

TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA

La inversión extranjera directa en el país aumentó casi un 250% lo que supone 953 millones el año pasado con respecto al año anterior, según las estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

Etiopía tiene como objetivo transformar la economía a través de la industrialización. Para ello, pretende atraer a inversores extranjeros a las zonas donde se concentran los principales servicios públicos, dijo el ministro de Finanzas del Estado Ahmed Shide. Los lazos son fuertes entre el Partido Comunista de China y el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope.


INVERSIÓN EN ENERGÍAS RENOVABLES

La fuerte inversión pública en infraestructura de Etiopía y la ayuda de los bancos estatales chinos promete ayudar a la expansión. El Banco de Exportación e Importación de China está financiando un ferrocarril de Addis Abeba al principal puerto de salida al mar de Etiopía en el vecino Yibuti. Etiopía perdió su costa cuando Eritrea se independizó en 1993.

Los gobiernos de China y Etiopía también están invirtiendo en plantas hidroeléctricas, incluyendo lo que será la obra de infraestructura más importante de África: una presa en el Nilo Azul, que debería aumentar la fuente de alimentación de Etiopía cinco veces para 2020.

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