• El partido de Pedro Sánchez plantea un calendario de cierre gradual de las centrales nucleares
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El Gobierno cierra la central nuclear de GaroñaEUROPAPRESS

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha hablado este miércoles de la decisión del Gobierno de cerrar de forma definitiva la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos). En una entrevista, la socialista ha criticado la falta de una "planificación" en materia de energía por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, al que ha invitado a fijarse en lo que ha hecho Francia en lo que se refiere a energía nuclear.

El Gobierno justificó su decisión diciendo que las "circunstancias actuales" no garantizan la suficiente certidumbre sobre Garoña

Así lo ha indicado en una entrevista en la Cadena Ser, en la que Narbona ha explicado que "Francia ha decidido, con amplio debate social y político, la reducción de energía nuclear" y que en España también debería producirse un debate similar. El problema, ha asegurado, es que "en España falta una planificación estratégica en materia de energía".

La socialista ha recordado que "los países de nuestro entorno tienen una estrategia energética a 2030 o a 2050. Aquí no", y por eso ha pedido a Rajoy repensar la postura española. Además, ha dicho que "el PSOE plantea un calendario de cierre gradual de las centrales, la última en 2028", que el Ejecutivo central debería tener en cuenta a la hora de tratar este asunto.

El debate sobre las centrales nucleares se ha reabierto en las últimas horas, a raíz de la decisión del Gobierno de decretar el cierre definitivo de Garoña. Este martes, en rueda de prensa, el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, anunciaba la decisión adoptada por el Ejecutivo. Aunque tenía de plazo hasta el 8 de agosto, el ministro decidió no esperar más para comunicar que esta central echará el cierre y no seguirá adelante con su actividad, como había solicitado Nuclenor, la firma encargada de su explotación propiedad de Iberdrola y Endesa, que discrepaban sobre lo apropiado o no de mantener el reactor burgalés en marcha durante varios años más, a pesar de haber cumplido ya su 'vida' operativa, estimada en 40 años, en 2011.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se había mostrado a favor, emitiendo un informe favorable, con el voto en contra de la entonces consejera Cristina Narbona, a la renovación de la autorización de explotación sin una fecha determinada. Precisamente sobre esta cuestión la propia Narbona ha hablado en la entrevista, asegurando que "en el Consejo de Seguridad Nuclear se han dado circunstancias que no se deberían repetir nunca".

Nadal aseguró que la decisión del Gobierno se debe a que las "circunstancias actuales" no garantizan la suficiente certidumbre sobre Garoña, en relación a la negativa de todos los grupos políticos de la oposición a la reapertura y a las discrepancias sobre la solicitud expresadas por Iberdrola y Endesa. El ministro estimó el tiempo del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña en una horquilla de 13 a 16 años, lo que situaría el final de este proceso una vez pasado el año 2030.

Se entiende por desmantelamiento todas aquellas actividades realizadas una vez obtenida la correspondiente autorización que permiten solicitar la declaración de clausura y que supondrá la desclasificación de la instalación y la liberación, total o restringida, del emplazamiento.

DEJA SIN ALTERNATIVA AL PUEBLO

Por su parte, el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, ha sido entrevistado en la Cope sobre este asunto, y ha mostrado su decepción ante el cierre permanente de la central nuclear de Garoña. "Es una muy mala noticia para Burgos y para Castilla y León", ha remarcado Rico, para quien esta decisión es equivocada porque deja sin alternativas de actividad económica a la zona.

"Ya se intentó un plan hace años y no ha servido de nada", ha remarcado, para insistir a renglón seguido en que "desde el principio pensamos que era viable. Ahora se ha frustrado algo que entendíamos que tenía continuidad". A su juicio, se trata de "un cierre político y no por parte de las empresas", porque "si Iberdrola y Endesa consideraran que no es viable lo entenderíamos, pero no ha sido eso lo que ha pasado", ha concluido.

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