• El Ejecutivo transmite "tranquilidad absoluta" ante "cualquier eventualidad" en la entidad
  • El mercado no descarta la posibilidad de que finalmente tenga que ser intervenido
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Emilio Saracho, presidente de Popular, no puede detener la crisis bursátil del banco
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Las acciones de Banco Popular han vuelto a hundirse y han marcado nuevos mínimos desde 1986 en niveles de 0,38 euros por acción. Los títulos de la entidad han rebotado a primera hora más del 6%, pero la presión bajista se ha recrudecido y las ventas se han impuesto de nuevo en el valor y ha cerrado con una caída del 17,4% hasta los 0,41 euros. En el acumulado semanal, el desplome roza el 40%.

La presión de los inversores bajistas, que controlan más del 12% del capital del banco, junto a los problemas financieros de la entidad, hacen que Popular esté actualmente contra las cuerdas. En los últimos minutos, sus acciones han pasado de caer un 10% hasta desplomarse un 23%. Al final, los títulos han cerrado con una caída del 17,4% hasta los 0,41 euros.

En la jornada del jueves, las acciones de Popular se desplomaron casi un 18%, lo que evidencia el complicadísimo momento bursátil que está atravesando la entidad y que amenaza con su supervivencia. El Gobierno español, a través del portavoz Íñigo Méndez de Vigo, ha señalado que desde el ejecutivo existe una "tranquilidad absoluta" ante "cualquier eventualidad" en la entidad. No obstante, estas palabras pueden ser interpretadas en el sentido de que tampoco se descarta intervenir la entidad si fuera necesario.

"Hasta finales de mes Banco Popular intentará buscar una vía de escape privada. Entre las opciones desplegadas sobre la mesa están la ampliación de capital, pérdidas de bonistas, conversión de CoCos o una oferta de compra por parte de otra entidad", explica Borja Rubio, analista de Orey Financial.

Este experto añade que "cualquiera de las opciones comentadas es posible, aunque en la delicada situación que se encuentra pensamos que está cogiendo fuerza la idea de que sufra algún tipo de intervención por parte de las instituciones europeas, pues una nueva ampliación de capital o una oferta de compra por otra entidad (a la baja) sería difícil que tuviera el visto bueno de los actuales accionistas".

Desde Popular, que en las últimas semanas se ha visto obligado a desmentir todo tipo de rumores sobre ofertas de compra, ampliaciones de capital y problemas financieros, han declinado hacer comentario alguno sobre la posibilidad de una intervención.

"Si finalmente Popular es intervenido por las autoridades comunitarias, sería el primer caso importante a nivel europeo desde la integración de la unión bancaria y aún no está claro el funcionamiento del fondo de rescate. En este caso, asistiríamos a un escenario parecido al ocurrido con Bankia, con una fuerte dilución sobre los actuales accionistas y con parte de los bonistas convertidos a accionistas", añade Borja Rubio.

Técnicamente, José María Rodríguez, analista de 'Bolsamanía', comenta que el título "cotiza en niveles no vistos desde febrero de 1986 y sin soportes de ningún tipo que valgan". Este experto precisa que Popular no cotiza en mínimos históricos, ya que es necesario descontar de su cotización los dividendos y las ampliaciones de capital realizadas.

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