• Sánchez-Asiaín no ha precisado si el banco necesitará realizar más provisiones
  • Popular está dispuesto a vender WiZink y Totalbank si llegara "el precio adecuado"
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Ignacio Sánchez-Asiain, consejero delegado de Banco Popular.Archivo Bolsamanía
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Los resultados del primer trimestre de Banco Popular han servido este viernes de excusa para 'ametrallar' a preguntas al consejero delegado del banco, Ignacio Sánchez-Asiaín, en la rueda de prensa de presentación de las cifras. La ampliación de capital que Emilio Saracho, presidente de la entidad, planteó en la junta de accionistas, ha sido la gran protagonista, pero también las provisiones que el banco deberá realizar para mejorar la cobertura de activos improductivos, sin olvidar los posibles movimientos corporativos en el sector, que han convertido a Popular en protagonista de esta temporada de resultados de la banca española.

Sánchez-Asiaín ha recalcado que una posible ampliación del banco, hoy por hoy, es una posibilidad, no una realidad, y ha emplazado al verano para tener más información al respecto. "Hacia el verano deberíamos dar una respuesta sobre la ampliación", ha dicho el consejero delegado del banco, que también ha precisado que, previsiblemente, estaría destinada a inversores institucionales. Sobre esos posibles inversores, Sánchez-Asiaín ha afirmado que no están sondeando aún a nadie y, en cuanto al tamaño de la ampliación (se especula con que alcance los 3.000 millones de euros pero no se descartan cifras superiores, hasta 5.000 millones de euros), tampoco ha querido dar detalles, aunque ha reconocido que ahora es un buen momento para hacer una operación de este tipo. "La sensación que tiene uno es que ahora mismo hay cierto apetito por los bancos", ha apuntado.

"Hasta que no tengamos un diagnóstico, no podremos definir la estrategia futura. No queremos dar datos de antemano porque minaría nuestro intento de generar confianza", ha dicho Sánchez-Asiaín

Antes de decidir si el banco necesita o no una ampliación, el consejero delegado de Popular ha reconocido que hay que hacer una análisis exhaustivo de la situación de la entidad para conseguir un diagnóstico preciso sobre su realidad exacta. "Hasta que no tengamos ese diagnóstico, no podremos definir la estrategia futura. No queremos dar datos de antemano porque minaría nuestro intento de generar confianza", ha recalcado.

DEVOLVER LA CONFIANZA, EL OBJETIVO PRINCIPAL

Para el consejero delegado de Banco Popular, el mayor problema que tiene el banco es la falta de confianza, especialmente por parte de los mercados financieros. "Nosotros no queremos generar expectativas que no estén vinculadas con la realidad", ha repetido en varias ocasiones. Por esta misma razón, no ha querido responder a la pregunta de si serán necesarias más provisiones para ser capaces de reforzar la reducción de activos improductivos a la rapidez suficiente para que "brille" el negocio típico. "Hasta ahora no conocemos la respuesta con seguridad", ha señalado.

Esta falta de confianza, ha seguido explicando Sánchez-Asiaín, tiene que ver con el plan de negocio que emitió Popular hace un año que, en los meses siguientes, "se demostró insuficiente o inexacto o incorrecto". "La desconfianza tiene que ver con decir una cosa que luego no cumples. (...) Estamos tratando de generar confianza en el mercado para cumplir con cosas que podamos cumplir", ha recalcado. A pesar de considerar ese plan "incorrecto", el consejero delegado de Popular ha reconocido que no temen posibles demandas relacionadas con la última ampliación del banco, de 2.500 millones de euros, porque, en su opinión, no tendrían ninguna base legal.

Aun así, Ignacio Sánchez-Asiaín reconoce que un inversor que entrara hace un año en Popular, a un precio por acción al doble del actual, tiene derecho para estar enfadado. "A un accionista que ha entrado el año pasado, pocas explicaciones le valen", ha afirmado, aunque ha recordado que "invertir en bolsa no es una ciencia exacta".

VENTA DE ACTIVOS... ¿VENTA DEL BANCO?

El consejero delegado de Popular también ha tenido que responder -como han hecho antes que él todos los responsables de los bancos españoles en la presentación de sus cuentas del primer trimestre- a las preguntas relacionadas con los futuribles movimientos corporativos en el sector, una posibilidad sobre la que se especula con mayor intensidad desde que el propio Saracho dejó abierta la puerta a de la venta de Popular, también en la junta de accionistas. "Desde 2008 hay conversaciones entre todos continuamente", ha afirmado Sánchez-Asiaín cuando se le ha preguntado por un posible acercamiento de alguna entidad española hacia Popular. "No hay un acercamiento serio, con contenido, pero sí hay conversaciones de almuerzo. Todo el mundo habla con todo el mundo", ha precisado.

"No hay un acercamiento serio, con contenido, pero sí hay conversaciones de almuerzo. Todo el mundo habla con todo el mundo", ha precisado

También hay conversaciones, aunque parece que 'más serias', relacionadas con la venta de activos, pero el consejero delegado de Popular ha recalcado que sólo van a hacer ventas cuando responsan al valor del accionistas. "No nos sentimos presionados para aceptar la primera oferta que venga y estamos negociando", ha señalado. En este sentido, ha reconocido que están dispuestos a vender WiZink y Totalbank si llegara "el precio adecuado". "Si llega una buena oferta (sobre Total), se procederá a su venta. Esperaría que en algún momento de este año llegara una buena oferta", ha añadido.

En todo caso, Ignacio Sánchez-Asiáin ha reconocido que no se sienten presionados por parte del Banco Central Europeo (BCE) -"las relaciones con los reguladores son extraordinarias"- para dar una salida rápida a su complicada situación, al tiempo que ha subrayado la elevada cantidad de activos improductivos reducidos en el primer trimestre, lo que "significa que estamos encontrando compradores al precio que buscamos".

Para este año, Popular quiere multiplicar por cuatro la cifra de 569 millones de euros registrada en el primer trimestre en la venta de activos improductivos. La estimación, ha dicho Sánchez-Asiaín, es "multiplicar eso (569 millones) por un poco más de cuatro más una cifra 'ancla'. Es decir, repetir lo que se ha visto este trimestre en todos los trimestres".

El consejero delegado de Popular ha tenido que responder también a preguntas relacionadas con las cláusulas suelo -"hemos recibido 65.000 reclamaciones y estamos en proceso de analizarlas y llegar a acuerdos con nuestros clientes"- o Abengoa, aunque no ha querido pronunciarse sobre el hecho de que Popular se haya quedado sólo como accionista de referencia de la compañía.

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