• Analistas alertan de la importancia del debate: Marine Le Pen debe aclarar su postura sobre Europa y el euro
  • El debate también es el 'pistoletazo de salida' informal a la campaña de las legislativas de junio
macron le pen

Los mercados financieros están viviendo con tranquilidad la campaña de la segunda vuelta de las presidenciales francesas, pero a tan solo cuatro días de la importante cita en las urnas, el debate que enfrenta este miércoles a los dos candidatos, Emmanuel Macron y Marine Le Pen, podría originar cierta volatilidad en los próximas jornadas. El euro será principalmente quien note la sacudida si la líder del Frente Nacional logra convencer a parte de los millones de indecisos que se sentarán ante las pantallas de sus televisores para asistir al cara a cara, ya que cualquier cambio en las intenciones de voto que acerque a Le Pen al Elíseo generará turbulencias en la ‘moneda única’.

La importancia del debate televisado radica, para los economistas de Barclays, en que se espera que la representante de la ultra-derecha antieuropea clarifique su postura sobre la relación de Francia con la Unión Europea (UE), después de haber tratado de rebajar el tono su mensaje desde la primera vuelta de las elecciones, “lo que ha generado cierta confusión”. Estos analistas destacan que esta será una de las pocas oportunidades que le quedan a Le Pen de explicar cual es su visión sobre el bloque comunitario, después de haber suavizado notablemente sus propuestas de abandono de la UE y la moneda compartida, en un intento de atraer a los votantes de la derecha tradicional de François Fillon.

Se espera que Le Pen clarifique su postura sobre la relación de Francia con la Unión Europea (UE) en el debate

Pero los esfuerzos de Le Pen apenas han conseguido arañarle un pequeño porcentaje a Macron en los sondeos. El socioliberal mantiene una holgada ventaja de 20 puntos sobre su rival en todas las encuestas publicadas por las principales firmas de demoscopia como Ifop, Elabe o Kantar-Sofres. Aún así, la opinión entre los analistas es que el impacto del debate televisado “no debe subestimarse en cuanto a la posibilidad de generar un cambio en la intención de voto a favor de la representante de la ultra-derecha, si logra una buena actuación esta noche”, apuntan expertos de Danske Bank. “Los inversores, en especial los del euro, deben tener un ojo puesto en el cara a cara aunque esperamos un efecto moderado, dado que Macron sigue liderando las encuestas con el 60% de los votos”, aclaran los analistas de la entidad danesa.

Por ahora, el euro se ha aproximado a la cita con una fortaleza que demuestra que los inversores han descontado la victoria de Macron. Ubicado a las puertas de la importante resistencia que presenta, en su cruce contra el dólar, en los 1,0950 dólares, la ‘moneda única’ sostiene un impulso alcista que podría conducirla hasta los 1,0950-1,0960 dólares y por encima los aproximadamente 1,1020 dólares por donde pasa la directriz bajista del último año.

Al igual que la divisa comunitaria, por el momento, los mercados de bonos y de renta variable de la Eurozona se muestran tranquilos al respecto de la cita con las urnas en Francia. De hecho, Naeem Aslam, analista de ThinkMarkets, señala que “la entrada de capitales de los fondos cotizados en los valores franceses es más que decente”. El índice parisino, el CAC40 cotiza con leves caídas este miércoles, pero se mantiene alrededor de los 5.245 puntos y acumula un avance del 8% en lo que va de año.

LA ABSTENCIÓN, LA OTRA RIVAL DE MACRON

No obstante, a pesar del optimismo generalizado, “la elevada abstención que se espera, especialmente de la extrema izquierda, podría hacer que al final el resultado sea algo más ajustado, lo que no serían buenas noticias para la estabilidad política francesa, sobre todo de cara a las elecciones legislativas que se celebrarán el mes que viene”, admiten analistas de Link Securities.

La mayoría de los militantes de La Francia Insumisa, el partido que lidera Jean-Luc Mélenchon, se han mostrado partidarios de no votar o de hacerlo en blanco de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo, para la que el líder izquierdista no había dado consigna de voto a sus seguidores. Según el resultado de una encuesta online que el propio Mélenchon ha organizado, el 36,12% de sus electores se han decantado por el voto en blanco o nulo y el 29,05% por la abstención, mientras que el 34,83% se ha inclinado por votar a Macron. En la primera vuelta del 23 de abril, siete millones de franceses optaron por el representante de la izquierda radical.

Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, también destaca el ratio de abstención como la “única gran incertidumbre” de la segunda vuelta electoral “que puede ser mayor a la media habitual del 20%". "Sin embargo, Le Pen debería ver una participación histórica muy baja (alrededor del 50%) para poder amenazar seriamente a Macron”, advierte el experto. “Bajo este supuesto, Le Pen necesitaría únicamente 12 millones de votos para ganar, pero una caída tan importante del volumen de participación es muy poco probable, teniendo en cuenta que la cifra más baja registrada desde 1958 ha sido del 68,85% en 1969”, recuerda Dembik.

La clave está en que los candidatos movilicen a los votantes a través del debate para asegurar la máxima participación (especialmente para Macron), que hasta ahora se ha estimado por debajo de la primera ronda, sólo del 77%

Desde Barclays se muestran menos optimistas y destacan que la segunda ronda electoral tiene lugar durante un fin de semana festivo, por lo que “será clave que los candidatos movilicen a los votantes a través del debate para asegurar la máxima participación (especialmente para Macron), que hasta ahora se ha estimado por debajo de la primera ronda, sólo del 77%”. Pero si se repiten las mismas condiciones que en comicios anteriores y en base a que el 81,5% del electorado acuda a los comicios en la segunda vuelta -que es el porcentaje medio observado desde 1958, año desde el que las elecciones presidenciales francesas se votan por sufragio universal directo- y después de conseguir 7,7 millones de votos en la primera vuelta, "el Frente Nacional necesitaría 10 millones de votos adicionales para ganar”, analiza Dembik. Así, argumenta el economista que “este escenario parece imposible teniendo en cuenta las intenciones de voto. Por lo tanto, y siguiendo los sondeos de opinión, la candidata de extrema derecha probablemente se quede corta por entre 2 y 3 millones de votos, cifra que le alejaría del 50%”.

Por estos motivos, desde la firma de inversión danesa dan por hecho que, pase lo que pase en el debate de este miércoles, Macron tiene la victoria en el bolsillo. “A diferencia del Brexit y de las elecciones americanas, los sondeos de opinión en Francia han demostrado ser fiables. La metodología utilizada (cuotas y uso extensivo de ajustes) ha permitido reducir el margen de error al mínimo”, explica el economista. Además, Dembik remarca que “el Frente Nacional ha perdido terreno comparado con los resultados de la primera vuelta de las regionales de 2015 (21,3% versus 28%)”.

PISTOLETAZO DE SALIDA PARA LAS LEGISLATIVAS

En este contexto, muy bien lo tendría que hacer Le Pen (o muy mal Macron) en el debate para obtener los apoyos necesarios en las urnas para convertirse en la nueva presidenta de la V República Francesa. Pero la carrera electoral en el país galo no acaba aquí. En cuando el 7 de mayo se celebre la segunda vuelta de las presidenciales, el país entra en la campaña hacia las elecciones legislativas de junio. En este sentido, desde Barclays también señalan que el debate entre Macron y Le Pen es crucial porque “tradicionalmente, el cara a cara entre los dos candidatos a la presidencia del país se considera el pistoletazo informal de salida de las elecciones parlamentarias” que se celebran el 11 y el 18 de junio.

Hay altas posibilidades de una Asamblea Nacional muy dividida en las legislativas de junio

Los economistas del banco de inversión británico alertan de que hay altas posibilidades de que el Parlamento quede muy dividido. “La extrapolación de los resultados de la primera vuelta electoral otorgaría de 50 a 70 diputados para el Frente Nacional, de 40 a 60 para los socialistas, de 120 a 150 para Los Republicanos, de 200 a 230 para ¡En Marcha!, de 20 a 50 para la extrema izquierda, 15 para la Unión de los Demócratas e Independientes (UDI) y el resto es incierto”, analizan. De acuerdo con estas proyecciones, Macron quedaría lejos de la mayoría absoluta que se ubica en 289 escaños, por lo tanto, según estos cálculos, parece probable que el nuevo presidente tenga que depender de una coalición o de un gobierno minoritario.

Es la pregunta del millón para Christopher Dembik: si Macron va a tener la mayoría parlamentaria necesaria para ejecutar su programa reformista. El economista de Saxo Bank analiza tres posibles escenarios, descartando que Macron consiguiera una mayoría absoluta. En primer lugar, el centrista consigue una mayoría relativa: “Es nuestro escenario de referencia”, apunta el experto. “Teniendo en cuenta que no tienen mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, el socioliberal y su gobierno deberán trabajar para conseguir su apoyo. Este escenario parece más probable. Las tendencias políticas parecen apuntar a una coalición con Los Republicanos y en este contexto, el primer ministro deberá tener fuertes cualidades de negociador”, comenta Dembick.

Las otras dos opciones que valora el analista de la firma de inversión danesa son: un gobierno de coalición entre Les Républicains y UDI, “el segundo escenario más probable. Sería la cuarta coalición del gobierno desde 1958”. Por último, podría darse la balcanización de la Asamblea Nacional: “Este es sin duda el peor de los escenarios, y parece improbable”, valora el analista. En un contexto muy teórico, los resultados de los 4 candidatos principales (alrededor de 20% cada) provocarían una gran inestabilidad política con 4 grupos parlamentarios de igual peso en el poder. “Este caso no se ha visto desde la Cuarta República”, concluye el economista de Saxo Bank.

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