• Reclama asistencia financiera en Oriente Medio para asegurar estabilidad a largo plazo
Nouriel Roubini

El economista Nouriel Roubini analiza la situación anómala que vive Europa, marcada por la alerta terrorista, la tensión geopolítica y la llegada masiva de refugiados.

En un artículo publicado en MarketWatch, Roubini lo tiene claro: “Los enemigos de Europa para una unión duradera son los 'bárbaros nacionalistas'". El economista turco reconoce primero un París “sombrío” por los ataques terroristas del pasado 13 de noviembre. Y recuerda “el crecimiento económico anémico de Francia”, con muchos “musulmanes desempleados y descontentos”, y en donde es posible “que el partido de extrema derecha Frente Nacional de Marine Le Pen lo haga bien en las próximas elecciones”. Bruselas sigue bloqueada, asimismo, por el riesgo de ataques terroristas, y “las instituciones de la Unión Europa aún no han sido capaces de diseñar una estrategia unificada para gestionar la afluencia de inmigrantes y refugiados, y mucho menos frente a la inestabilidad y la violencia alrededor de la Unión Europea”.

Además, fuera del euro, en Reino Unido, “hay preocupación sobre los efectos financieros y económicos negativos indirectos de la unión monetaria”, y la crisis de migración y los ataques terroristas pueden implicar un Brexit en un referéndum el próximo año, que “llevaría a los escoceses a declarar la independencia”.

Roubini señala a la crisis migratoria como la más importante. “Podría llegar a ser existencial”. Hay cerca de 20 millones de personas desplazas en Oriente Medio, Norte de África, y la región que va desde el Sahel hasta el Cuerno de África

En Alemania, por su parte, Roubini destaca que “la canciller, Angela Merkel, se encuentra bajo una creciente presión” tras decidir mantener a Grecia en la zona euro, el escándalo de Volkswagen, o los efectos de la desaceleración de China en el crecimiento económico “la han expuesto a críticas”.

También hay división en torno a la política monetaria en la zona euro, ya que el Bundesbank “se opone a la flexibilización cuantitativa (programa de compra de activos) y los tipos de interés negativos, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a hacer más”.

En este entorno, “el núcleo de la zona euro se opone a más riesgo compartido, más solidaridad y una integración más rápida. Y los partidos populistas de derechas e izquierdas (anti euro, anti inmigrantes, anti comercio y anti mercado) son cada vez más fuertes en Europa”.

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CRISIS MIGRATORIA

Pero de todos los problemas a los que se enfrenta Europa, Roubini señala a la crisis migratoria como la más importante. “Podría llegar a ser existencial”. Hay cerca de 20 millones de personas desplazas en Oriente Medio, Norte de África, y la región que va desde el Sahel hasta el Cuerno de África. “Si Europa tiene problemas para absorber un millón de refugiados, ¿cómo va a manejar 20 millones? A menos que Europa pueda defender sus fronteras exteriores, el acuerdo de Schengen se derrumbará y las fronteras se volverán interiores, poniendo fin a la libertad de movimientos. Pero la solución propuesta por algunos de cerrar las puertas a los refugiados empeora el problema, ante países como Turquía, Líbano o Jordania, que han absorbido millones. El coste para Turquía sería insostenible”.

Y los problemas de Oriente Medio y África, prosigue, “no se pueden resolver únicamente por medios militares y diplomáticos. Los factores económicos que los impulsan empeorarán los conflictos”, añade. Por ello, pide un “plan al estilo Marshall con desembolso masivo de recursos financieros, especialmente para reconstruir Medio Oriente, y asegurar la estabilidad a largo plazo”. “¿Será Europa capaz y estará dispuesta a poner su parte?”, se pregunta Roubini.

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