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Explica la agencia que desde los mínimos de 2013, estas compañías se han revalorizado de media un 30%, tras un mal comportamiento bursátil prolongado en el tiempo, la percepción de su valor basada en múltiplos de corto plazo, la atractiva rentabilidad de sus dividendos y la creencia de que los fundamentales del sector han tocado fondo. “Nosotros desafiamos todas estas creencias y consideramos que son falsas”, afirman tajantes esos expertos.
Señala UBS que están sobrevaloradas, los fundamentales no han mejorado, los precios del carbón siguen en descenso, la demanda es débil y la producción intermitente de las renovables impide mayores cierres. Además, “creemos que el momentum de los ingresos sigue siendo negativo”.
S.C.