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MADRID, 16 JUL. (Bolsamania.com/BMS) .- “Queda lejos aquel mayo”, decía la canción, y lejos queda de hecho para el mercado español la tranquilidad de aquel mes. Lo ha recordado hoy Victoria Torre, responsable de análisis y producto de SelfBank, quien ha rememorado al analizar la subasta de deuda a corto plazo que hoy ha lanzado el Tesoro de España el momento en el que los costes de las letras a un año quedaron por debajo del 1%. Desde entonces, en realidad hace apenas dos meses, “muchas cosas han cambiado en la periferia europea”, advierte esta experta, y enumera: crisis política en Portugal; recorte de rating a Italia; pérdida de la “triple A” de Francia a manos de Fitch; negociación in extremis del último tramo del rescate a Grecia; y agitación política en España de los últimos días.

El verano, como han reconocido fuentes del propio ministerio de Economía español, se espera de nuevo intenso. Ya casi se ha convertido en costumbre que los meses de vacaciones sean de todo menos tranquilos, así que no extraña que hasta en PIMCO, el mayor gestor de bonos privado del mundo, hayan reconsiderado la euforia con la que encaraban el año en enero. Su consejero delegado, el famoso y “autorizado” Mohamed El-Erian, afirmaba a comienzos de este 2013 que la “nueva normalidad” (término que él mismo acuñó y que se define como reducido crecimiento económica, elevado desempleo y problemas en la deuda pública) estaba llegando a su fin. Hoy, el propio El-Erian ha declarado en CNBC que esta situación persiste.

¿Dónde estamos? ¿En una 'nueva normalidad' o una 'nueva anormalidad'?”, se preguntaba hace unos días Jorge Sicilia, economista jefe de BBVA Research, aludiendo al otro concepto similar, en este caso propiedad de Ian Bremmer y Nouriel Roubini, y que implica bajo crecimiento en países desarrollados y con más dudas sobre la capacidad de algunas economías emergentes para emerger definitivamente. Sean cuáles sean las etiquetas inventadas por los economistas, la pregunta al simple “¿dónde estamos?” es muy legítima en un momento en el que, como dibuja Sicilia, “los nervios acerca del proceso de (muy) gradual normalización de la política monetaria en Estados Unidos generan tanta volatilidad financiera; donde hay dudas acerca del crecimiento en países emergentes tan grandes como China, India y Brasil; y donde Europa no ha resuelto todavía el laberinto en que se encuentra”.

En este escenario de tensiones renovadas, el papel del presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, es crucial. Mañana, de nuevo se dirigirá a los mercados en su comparecencia ante el Congreso de Washington, y lo hará con la sensibilidad de los inversores “a flor de piel” y con la volatilidad instalada en las bolsas, la única que, como siempre, no se va de vacaciones. El-Erian avisa de que Bernanke tendrá la difícil tarea de realizar un “ejercicio en la cuerda floja sin despertar emociones”, después de que su acto de sinceridad de junio al avanzar el inicio de la reducción en las compras de activos provocara importantes tensiones en los mercados. Tal fue la reacción negativa de los inversores, que la semana pasada reculó al distinguir entre relajar esos estímulos (tapering) y endurecer la política monetaria (tightening). “Se va a limitar a transmitir que su política depende de los datos, que él es flexible, adaptable, y que va a intentar no encallar el barco”, prevé El-Erian, aunque otros analistas como Robert Rennie, estratega de divisas de Westpac, advierten: “Nunca digas 'nunca' con Bernanke”.


Una semana más, y como si del Godot de Beckett se tratara, los mercados están “esperando a Bernanke”, y cualquier sesión se considera de transición hasta que intervenga el presidente de la Fed. Hoy, en Europa, las bolsas han cerrado con caídas del 0,6% de media, después de que los datos de confianza ZEW en Alemania, “la locomotora de Europa”, hayan salido por debajo de lo esperado. Como comentábamos ayer, “es inevitable que si el global de la Zona Euro crece menos, Alemania se verá influida negativamente”. El Ibex 35, que durante algunos momentos de la sesión ha sido de los más retrasados, partirá mañana desde los 7.798 puntos, tras perder hoy un 0,72%. Al índice español le ha pesado que sus principales valores se hayan situado en la parte más baja de la tabla. BBVA, por ejemplo, ha sido hoy el peor valor del selectivo, con caídas del -1,85% de media, seguido de Inditex (-1,61%) y Repsol (-1,41%); también han caído Banco Santander (-1,02%), y Telefónica (-1,06%). Al analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, le cuesta encontrar un aspecto positivo en el comportamiento del Ibex que, con respecto al resto de Europa, y no digamos en comparación con Wall Street, es mucho más débil. “Más de lo mismo respecto a los últimos años”, se resigna.

María Gómez
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