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MADRID, 21 JUN. (Bolsamania.com/BMS) .- “De empresa azucarera española a punto de desaparecer a grupo consolidado que opera en libre mercado”. Así resume Manuel González de Luna, director de relación con inversores y entidades financieras de Ebro Foods, la transformación del grupo en los últimos 10 años. En la última década, la compañía ha destinado 2.100 millones de euros a adquisiciones, ha desinvertido en activos por valor de 1.700 millones, ha dado 900 millones de euros de dividendo sin necesidad de ampliar capital y terminó 2012 con una deuda de 245 millones y un EBITDA de 300 millones.

El mercado valora de forma muy positiva a Ebro Foods. Tanto, que el Comité Asesor Técnico (CAT) del Ibex 35 ha decidido que el grupo vuelva al selectivo español el próximo 1 de julio, después de 14 meses en el Mercado Continuo.

Pregunta. Era una apuesta segura para los expertos pero, ¿cómo recibieron la noticia del CAT de volver a incluir a Ebro Foods en el Ibex 35?

Respuesta. Fue una noticia muy grata para nosotros porque no lo esperábamos, después de cinco meses siendo candidatos... El presidente me preguntó y le dije: “No creo que entremos”. El candidato era Bankia y eligió no entrar. Yo creo que es el que debería haber entrado. Ahora, me asusta que en la próxima revisión decidan que volvamos a salir. Pero no nos gustaría estar entrando y saliendo.

P. De hecho, se rumorea en el mercado que Ebro Foods está considerado como el “valor comodín” del Ibex 35. ¿Qué creen ustedes?

R. Por volumen de acciones, somos la empresa número 27, y por volumen, tenemos a 4 ó 5 empresas por debajo de nosotros. Por ello, entiendo que no deberíamos salir. En las últimas cinco ocasiones, deberíamos hacer entrado y no lo hicimos. Ahora entramos para quedarnos, pero nunca se sabe. Cumplimos los criterios objetivos (volumen de acciones diarias y el tamaño de la compañía) que marca el CAT, pero también hay unos criterios subjetivos, que no sabemos cuáles son.

P. ¿El regreso al Ibex 35 puede significar más interés inversor por la compañía?

R. Para nosotros no cambia el ritmo de trabajo. Nos reunimos con 700 gestores al año y hacemos 50 roadshows. No cambia de estar en el Ibex, haber salido, y volver a entrar... Tenemos el mismo ritmo de reuniones, que es muy alto.

P. ¿Qué retos se ha marcado la compañía para seguir creando valor para el accionista?

R. Tenemos una política de retribución al accionista mediante un dividendo ordinario, que depende de la caja generada en ese año. Como crecemos en caja y en todos los segmentos, el dividendo ordinario también crece anualmente. Después, hay un dividendo extraordinario, cuyo valor depende de la cartera de adquisiciones. Si no vemos compras que puedan crear valor a largo plazo, repartimos un dividendo extraordinario. A la compañía le gusta ir ligera de caja. Preferimos crear valor con alguna de estas tres opciones: mediante adquisiciones, invirtiendo en crecimiento orgánico o aumentando el dividendo.

P. Este año, el grupo pagará un dividendo extraordinario de 0,12 euros, que se suma al ordinario de 0,48 euros por título. ¿Prevén subir esta retribución los próximos años?

R. El ordinario, queremos por lo menos mantenerlo. Y, en cuanto al extraordinario, depende de nuestra política de adquisiciones: si vemos que hay una compañía que va a generar valor a largo plazo, preferimos invertir en esa compañía antes que repartir el dividendo.

P. En cuanto a adquiciones, ¿tienen algún proyecto en mente?

R. Las adquiciones en Ebro Foods las hacemos de forma oportunista. No llamamos a las puertas de una compañía para comprarla porque eso nos va a subir el precio directamente. Lo que hacemos es esperar a que esté madura. Lo que sí tenemos muy claro es qué tipo de compañía queremos, en qué zonas geográficas y de qué productos. En producto, buscamos firmas de nuestro sector: pasta, pasta fresca, salsas, arroz... Y, en cuanto a zonas, donde no estamos es donde queremos estar, es decir, en Latinoamérica, en África y en Asia. En esta última, acabamos de entrar y queremos expandirnos.

P. ¿Y cuál es la estrategia de Ebro Foods en España? Porque este país sólo representa el 7,3% de las ventas del grupo...

R. En España, somos líderes en arroz. De hecho, la demanda antimonopolio nos obligó a vender una marca, Nomen, y no nos hizo gracia. Nos gustaría entrar en el negocio de pasta, pero no hay una clara compañía a la venta en ese segmento. En 2010, reforzamos nuestra posición en arroz con la compra del grupo SOS, lo que demuestra que apostamos por España. En 2012, en capex (inversión en activos), realizamos una inversión de 5 millones de euros cuando el capex total de la compañía es menor de 45 millones. Por tanto, es mayor la inversión que realizamos en España, proporcionalmente a las ventas, que la que hacemos en otros países.

P. El grupo se ha propuesto duplicar el negocio de la pasta en 2020. ¿Cómo prevé conseguirlo?

R. A través de adquisiciones en aquellos mercados donde no estamos presentes o tenemos poca influencia. Y, si la barrera de entrada no es lo suficientemente fuerte, entrar en esos países con nuestras propias marcas.

P. Hay rumores en el mercado de que Ebro Foods podría ser objetivo de una OPA. ¿Han recibido alguna oferta?

R. No, no ha habido ninguna aproximación. Siempre se nos ha considerado un candidato, porque cotizamos a múltiplos bajos comparados con el resto del sector de alimentación, quizá penalizados por nuestra exposición a España, pero con una menor exposición a España que Danone, por ejemplo. Esto, unido a que apenas tenemos deuda, supone que seamos un candidato perfecto para una OPA, tanto por parte de grupos de allimentación extranjeros como fondos de inversión.

P. ¿Y aceptarían esta OPA?

R. Si la hubiera, la estudiaríamos. No hay ningún tipo de restricción por parte de los accionistas, mientras ellos generen plusvalías. Esto es como nuestra política de compras, todo hay que estudiarlo, por criterios económicos.

P. Como compañía del sector agroalimentario, ¿cómo creen que afecta el fraude de compañías como Pescanova a la imagen de la "marca España"?

R. Desde el punto de vista de los inversores, no afecta de ninguna manera. Por ejemplo, tuvimos un roadshow en Estados Unidos hace dos semanas, y allí no saben quién es Pescanova. Lo raro es que sepan quién es Ebro Foods. Desde el punto de vista financiero, sin embargo, entiendo que la banca extranjera tenga mayores reservas a la hora de conceder créditos en un país en el que han “reventado” un par de compañías del sector en los dos últimos años, como SOS y Pescanova.

POR QUÉ DEJO EBRO FOODS DE SER UNA AZUCARERA

“En el año 2000, éramos una compañía azucarera, que estábamos en un sector muy regulado y sólo rentable por esa regulación”, explica González de Luna. “Esa regulación iba a penalizar a los países del sur de Europa. El equipo gestor vio el riesgo y empezó una estrategia de diversificación, que nos ha llevado a ser un grupo que opera libremente en el mercado”.

En Europa se producían 14 millones de toneladas de azúcar, cuando la población sólo consumía 11 millones, los otros 3 milllones se exportaban a los mercados internacionales. Brasil y Tailandia nos denunciaron ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), porque consideraban que estabamos subsidiando a los agricultores y a la industria azucarera mediante unos altos precios internos que nos permitían asimilar sus costes fijos para luego vender el excedente en el mercado internacional hasta un 40% más barato.

¿El resultado? La compañía tuvo que reducir su producción un 50%, lo que supuso que el grupo pasara de ingresar 154 millones de euros en 2004 a 48 millones en 2008. “Alertados por la regulación del sector, ya habíamos empezado nuestra diversificación, por lo que conseguimos que esa dismunición de ingresos no afectara al negocio”, afirma González de Luna.

ANÁLISIS TÉCNICO: FUERTE REBOTE EN LA MEDIA DE 200 SESIONES

César Nuez, analista técnico de Trader Watch
, explica: “Violento giro bajista el que hemos podido ver en Ebro Foods en los últimos días de mayo y los primeros del mes de junio. No obstante, tras acercarse a la media de 200 sesiones hemos podido ver cómo volvían las compras con un aumento importante de volumen. Esto le permite volver a cotizar en las inmediaciones de la resistencia de los 15,78 euros. A corto plazo parece que el valor podría tomarse un respiro en las próximas sesiones; si bien, estaremos muy pendientes de la aparición de una señal de fortaleza que nos haga pensar en la continuación de las subidas. Si nos fijamos en los niveles de acumulación podemos ver cómo éstos nos confirman la fortaleza de las tendencia alcista del medio plazo, por lo que lo más normal es que volvamos a ver la continuación de las subidas. En el caso de que consiguiera definirse al alza, el objetivo de subida lo podríamos situar en los 17,50 euros”.

Laura Sánchez
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