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¿Todo lo que haces en tu trabajo es realmente lo mejor para tu empresa? ¿Y para ti? Estas son dos de las preguntas claves cuya respuesta identifica algunos de los errores más comunes del día a día laboral.

1- No entender los objetivos de la empresa

Es responsabilidad de todos entender los objetivos más importantes del sitio en el que se trabaja. A pesar de que la empresa no explique qué es lo más importante, esto no sirve de excusa. Comprender hacia donde mira la compañía es vital para seguir ese camino como parte del equipo.

2- Ser accesorio en tu lugar de trabajo

La pregunta clave es ¿Si te despidieran mañana, podría seguir la compañía sufrir ninguna interrupción importante y sin dificultades? Si la respuesta es si, esto significa que podrías ser reemplazado en cualquier momento. Tener seguridad laboral significa tener la responsabilidad de hacer algo importante, y hacerlo excepcionalmente bien.

3- No tener un mejor amigo en el trabajo

Diversos estudios demuestran que tener un mejor amigo en el trabajo te hace más feliz, más positivo y con más probabilidades de permanecer en el puesto. De hecho, estas personas tienen siete veces más probabilidades de hacer ejercicio en el trabajo. A pesar de todas las ventajas, sólo alrededor del 30% de los empleados aseguran poseer una amistad de ese tipo.

4- Ser uno mismo

No ser el mejor profesional que puedas llegar a ser es un error. Por ello, es conveniente imitar los hábitos de gente a la que se admira en el terreno profesional. Por ejemplo, puedes copiar hábitos de Steve Jobs, la toma de decisiones de Mark Cuban tomar decisiones.

5- No descansar lo suficiente

Uno de los mayores problemas para las empresas son los 'empleados zombies'. Los descansos son muy importantes, porque ayudan a que el equipo recupere todo el compromiso y aproveche al máximo el tiempo que pasa en la oficina.

6- Ponerse límites a uno mismo

Casi nunca logramos más de lo que podemos imaginar para nosotros mismos. A muchas personas les gusta decirnos lo que no podemos hacer, y a veces esas voces se convierten en nuestra propia limitación. En realidad, el único límite de tu potencial es su imaginación y esfuerzo.

7- Olvidar al cliente

Las empresas que están desconectados de sus clientes tienden a morir antes. Lo más indicado es reservar tiempo en el día a día para llevar un enfoque centrado en el cliente y mejorar la relación con este.

8- No ser simpático

Lo ideal sería que todos los ambientes de trabajo fueran puramente meritocráticos. Pero somos organismos sociales, por lo que trabajar con un equipo implica una relación de compañerismo para que todo funcione. Trabajar con personas a las que les gusta que estés cerca y viceversa y llevarse bien con el equipo es vital.

9- Tomarte algo de manera personal

Se desperdicia mucho tiempo y energía en estar molesto. Cuando nos enfrentamos a un conflicto nuestra primera reacción debe ser la de preguntarnos ¿Cómo puedo mejorar? Confía en las intenciones de la persona, ya que a menudo uno prejuzga a una persona sin conocer sus motivos. Se puede estar en desacuerdo con un enfoque, pero siempre hay una valiosa respuesta a cómo podemos mejorar en cualquier conflicto.

10- Olvidando la cosa más importante

¿Cuál es la cosa más importante que puedes hacer hoy, esta semana o este mes para mejorar tu negocio? Escríbelo cada día y acepta la responsabilidad de llevarlo a cabo por encima de todo. Con demasiada frecuencia dedicamos nuestra energía a las tareas mundanas como consultar el correo electrónico o las reuniones que falsamente nos permiten sentirnos más productivos y olvidamos los objetivos.

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