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En 2030 los consumidores pagarán más por su factura eléctrica, sobre todo si Francia depende en gran medida de las energías renovables, de acuerdo con los escenarios estudiados por la Comisión de Energía gala. El desarrollo masivo de las energías renovables aumentará de entre un 50% a un 100% el coste de producir electricidad, según el ministro de Energía galo, Eric Besson.
Según el informe, “la estructura de costes estimados para 2030 hacen que la energía nuclear mantenga cierta ventaja”, que aboga por extender la vida útil de los reactores franceses, siempre y cuando se la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) dé su permiso.
Pero no es Francia el único país que mira con “buenos ojos” a las centrales nucleares. El Gobierno de Angela Merkel tendrá que dar marcha atrás en su promesa de retroceder en el uso de este tipo de energía. La ola de frío que arrasa al país germánico está helando ríos y helando a sus ciudadanos. Alemania se queda sin energía para calentar sus casas y tiene que servirse de las centrales nucleares que jubiló el pasado verano como reacción a la catástrofe en Fukushima.
En la primavera de 2011, Berlín había decidido retroceder progresivamente en el uso de energía nuclear y a final de año ya había cerrado ocho de las 17 centrales. De este modo, el país estaba privándose de 8.000 megavatios de producción eléctrica de un plumazo.
Al comienzo de esta semana Alemania todavía estaba produciendo más energía de la que consumía y exportó electricidad a Francia. Pero según informaron los periódicos Handelsblatt y Financial Times Deutschland, a partir del miércoles la energía empezó a escasear también en Alemania. Los operadores de red eléctrica tuvieron que acceder a sus centrales térmicas de reserva para asegurar el abastecimiento a sus clientes.
M.D.