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Exxon Mobil ha sido declarada inocente. El juez del estado de Nueva York (EEUU), Barry Ostrager, ha dictaminado que no existen pruebas que demuestren que la petrolera estadounidense engañó a sus inversores acerca del coste que iba a suponer abordar el cambio climático.
Este juicio comenzó en octubre de 2018 y fue el primero de una serie de procesos sobre fraude climático. Con esta sentencia, la compañía ha conseguido librarse de una demanda de 1.600 millones de dólares presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, tras cuatro años de investigación.
En concreto, la Fiscalía acusaba a Exxon de tergiversas los costes a los que tenía que hacer frente para afrontar la llegada del cambio climático. Es decir, presentaban públicamente unas cifras y manejaban cantidades menos optimistas de manera interna.
Sin embargo, la sentencia deja claro que no se ha podido demostrar que cometiese "errores u omisiones sobre sus prácticas y procedimientos". Incluso remarca que "la oficina del Fiscal General no presentó testimonios de ningún inversor que afirmara haber sido engañado".
El portavoz de la petrolera, Casey Norton, ha apuntado en un comunicado que este fallo "afirma la posición que Exxon Mobil ha mantenido durante una investigación sin fundamento de la fiscal general de Nueva York". También ha querido dejar claro que proporcionaron a los inversores "información precisa sobre los riesgos del cambio climático".
