La compañía Petrobras se encuentra inmersa en en la ‘operación Lava Jato’, un escándalo que va camino de convertirse en el mayor de Brasil y que está salpicando a grandes políticos, entre ellos la propia presidenta, Dilma Rousseff, cuyo partido ha sido acusado de financiación ilegal. Pero no solo tendrá consecuencias para los implicados, también afectará a la política y la economía de Brasil y a otras compañías del sector.
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El escándalo ha alcanzado tal magnitud, que la petrolera reconocía el otro día en una nota de prensa el pasado viernes en la que disculpaba el retraso de su informe financiero trimestral por la ‘operación Lava Jato’ y mencionaba la operación policial en curso por supuesto blanqueo de capitales y crimen organizado.
POLÍTICOS Y EMPRESARIOS
Petrobras es la sexta compañía energética mundial por activos, según datos de Platts, sociedad rectora del mercado de petróleo. Además, es uno de los pilares de la economía brasileña. Su cercanía con el Gobierno de Brasil ha reforzado su seguridad financiera de cara a los inversores y reguladores, pero para CNBC también es el origen de su actual crisis.
Los directivos de la petrolera son sospechosos de haber pagado comisiones a políticos a cambio de contratos. El jefe del organismo nacional de control presupuestario, Joao Augusto Nardes, estima los sobornos en unos 4.000 millones de reales (más de 1.260 millones de euros), según The Wall Street Journal.
Los principales cargos políticos de Brasil están implicados en la trama y Dilma Rousseff también está bajo sospecha por haber encabezado la junta directiva de Petrobras. No hay pruebas de que la recién elegida presidenta se haya beneficiado directamente de los pagos ilegales, pero la mayoría de los hechos investigados ocurrieron durante su etapa al frente de la junta.
“Rousseff está considerada una política limpia y es muy improbable que fuera parte de la trama de corrupción. Su aumento de popularidad al principio de su primer mandato fue en gran parte debido a la postura que tomó contra los ministros implicados en casos de corrupción”, señala un análisis de IHS citado por CNBC. Sin embargo, este escándalo está minando la imagen de la presidenta.
"Petrobras tiene liquidez y el apoyo implícito del Gobierno pero… esto pinta mal"
Además de políticos y directivos de la compañía, también han sido detenidos directivos de otras grandes empresas brasileñas que trabajan con Petrobras, principalmente constructoras y empresas de ingeniería.
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UN GOLPE A LAS GRANDES EMPRESAS BRASILEÑAS
Petrobras está fuertemente endeudada, pero no está claro cuándo podrá volver al mercado de bonos dado el tamaño de la operación policial. “Petrobras tiene liquidez, así como apoyo implícito del Gobierno pero… esto pinta mal”, señala una nota de la firma de análisis BBH.
La financiación es muy importante para este gigante del petróleo, dadas sus necesidades de capital. “Algunos estiman que la compañía necesitará más de 15.000 millones de dólares de financiación para pagar sus proyectos de inversión masiva, previstos en aproximadamente 40.000 millones para 2015”, señala el analista de BBH Marc Chandler en declaraciones recogidas por CNBC.
Otras compañías relacionadas con Petrobras también han sido golpeadas por el escándalo. Así, Fitch ha colocado a las grandes constructoras brasileñas en ‘perspectiva negativa’ debido a las preocupaciones de que el escándalo pueda derivar en cancelaciones de contratos.
“La investigación plantea riesgos para la reputación y los contratos de las compañías que han hecho negocios con Petrobras, incluyendo constructoras, operadores de energía en alta mar y astilleros”, indica el informe de IHS. Además, “la petrolera ha dicho que los contratos afectados por los precios inflados serán revisados, pero no necesariamente cancelados”.
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