El Gran Canal de Nicaragua pretende convertirse en el nuevo Canal de Panamá a base de una importante inversión de 40.000 millones de dólares que se estiman para su construcción. La compañía HKND con sede en Hong Kong será la encargada de llevar a cabo tan ambicioso proyecto que se aprobó este lunes.

Según la constructora, las obras emplearían a más de 50.000 personas y generaría unos 200.000 puestos indirectos durante los 5 años que podría durar la obra, que se iniciaría a finales de este mismo año. Por ello, cuenta con el apoyo del presidente del país, Daniel Ortega, así como el de la mayor parte de la ciudadanía, que lo considera una gran oportunidad de negocio para el estado centroamericano.

La infraestructura, que podría competir en tránsito con el Canal de Panamá, tendrá un curso de agua de más de 200 kilómetros, dos puertos, una vía ferroviaria, un oleoducto y un aeropuerto, y será casi tres veces más largo que el canal de Panamá.

VOCES EN CONTRA DEL PROYECTO

A pesar de la aceptación popular, hay expertos en medio ambiente que sostienen que la creación del canal podría tener un impacto ambiental negativo en el ecosistema de la zona.

Además, desde algunos sectores se asegura que el proyecto no es viable y que no es oro todo lo que reluce. Así lo apunta el canciller de Panamá, Fernando Núñez Fábrega, que se muestra tajante: "Es más fácil llegar a la Luna que construir un canal en Nicaragua".

J.A.M.

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