El Atlético de Madrid se presentó ayer ante el Eibar con una intensidad bastante más baja de lo que les caracteriza. Los de Simeone vencieron ayer con dos goles a balón parado, que sacaron a los rojiblancos de un aprieto. La estrategia fue la base del partido de anoche.

Los goles fueron de Miranda, que marcó tras un córner y Mandzukic, que marcó el segundo tras una falta. El Cholo Simeone tuvo que resignarse al palco y convertirse en un mero espectador por la sanción que arrastra del anterior partido.

El Eibar, por su parte, ha sido de uno de los estrenos de Primera División más sorprendentes. Se enfrenta a los grandes con uñas y dientes y tiene una defensa compacta. Sin embargo, el Atlético ya demostró en temporadas pasadas que, a balón parado, puede destrozar a cualquier equipo.

En cuanto al partido, a los 12 minutos del comienzo Koke sacó un córner que le regaló a Miranda un sencillo gol de cabeza. A los 25, Gabi sacó una falta y Mandzukic apareció para darle de nuevo al valón y marcar otro tanto.

El Eibar correspondió a unos confiados y relajados atléticos con un gol en el minuto 30, una falta directa que despejó Moyá y golpeó Abraham. Intentaron el empate durante el resto del partido, pero finalizó con un 2-1 para el Atlético.

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