MADRID, 11 ENE. (Bolsamania.com/BMS) .- El apoyo a Europa anunciado por Japón durante esta madrugada –su ministro de Economía ha reconocido la intención del país de comprar hasta el 20% de los bonos que emitirá la Zona Euro a finales de enero- parece haber traído cierta calma a las nerviosas Bolsas del Viejo Continente que, a media mañana, cotizan con ligeros ascensos: CAC (+0,34%); DAX (+0,20%); FTSE (+0,90%); EuroStoxx (+0,26%); e Ibex35 (+0,02%; 9.429,9 puntos). Por sectores, Bienes Industriales (+1,42%) y Tecnología (+1,12%) son ahora los mejores del DJ Stoxx 600; mientras que Seguros (-0,04%) y Utilities (-0,03%) registran los mayores descensos.

Si bien, los analistas de Link Securitites no descartan “que, poco a poco, se vayan imponiendo los goteos a la baja”, presionados por las primas de riesgo de la deuda soberana de los países periféricos, con Portugal a la cabeza, y el comportamiento del Euro frente al Dólar.

Desde que la rentabilidad de los bonos griegos a 10 años superara el 7%, la economía de la república helena tardó 17 días en ser rescatada, mientras que desde que la deuda irlandesa rompiera esa barrera en octubre del año pasado hizo falta poco menos de un mes para que las autoridades acudieran en su ayuda. Por eso, si alguien tiene "todas las papeletas" para ser el próximo país en ser rescatado es Portugal que, de acuerdo con los datos de Bloomberg, ha rebasado la marca del 7% en 10 de los últimos 62 días.

La nación vecina se enfrenta mañana a su segunda subasta de deuda del año (espera colocar entre 750 y 1.250 millones de euros en bonos) y, los analistas de BNP Paribas señalan que, “aunque la operación sea exitosa, eso no significa nada, porque las rentabilidades en las que se mueve no son sostenibles”. Así, en su opinión, si se mantienen estos niveles, será “inevitable que Portugal acuda a la Unión Europea y al FMI”. En este sentido, Guy Johnson, de CNBC, nos recuerda que el consenso considera que una rentabilidad de la deuda superior al 6,5% “genera un gasto insoportable para el país”

La cuestión ahora es ¿por qué Lisboa sigue esperando para solicitar el rescate? Según este experto, la respuesta “es sencilla: no es difícil cuantificar la penalización que sufrirá la región si lo hace y es probable que, a medio plazo, el coste del endeudamiento para el país sea mayor si recurre a su ayuda”. Sin embargo, señala, “aquellos que tienen buena memoria no habrán olvidado que Portugal y el FMI ya están familiarizados con ser 'compañeros de baile', y es que el organismo se vio obligado a ayudar al país tanto en los 70, como en los 80”.

China podría ser el rayo de esperanza en la tormenta que se está fraguando para Portugal –Pekín ha manifestado su intención de ayudar a Europa y el mercado apuesta por compras de entre 4.000 y 6.000 millones de euros en deuda-, si bien, “esto no será suficiente”. La oficina de gestión de deuda lusa ha señalado que el país necesita vender cerca de 20.000 millones de euros de deuda este año, suponiendo que no se produzcan caídas adicionales en el PIB, algo que es un “riesgo muy real”. En consecuencia, el consenso espera un rescate antes de que finalice el primer trimestre, “más pronto que tarde” advierte Johnson, y que alcanzará entre los 50.000 y los 100.000 millones de euros.

S.C.
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