MADRID, 22 JUL. (Bolsamania.com/BMS) .- El día 21 de julio pasará a la historia como ese día en el que los líderes europeos acordaron dar un nuevo “empujón” a Grecia para cambiar el devenir de los mercados de deuda soberana. Los mercados bursátiles han seguido muy de cerca el tema esta semana, pues se ha convertido, por méritos propios, en la última pesadilla de los inversores a ambos lados del Atlántico. Los índices iniciaron la semana con caídas tras la publicación, el viernes pasado, de los test de estrés a 90 bancos europeos. Suspendieron ocho entidades –cinco españolas-, lo que elevó de nuevo el temor inversor y provocó records históricos en las primas de riesgo de Grecia, España e Italia. El tema de la deuda preocupa, y ni los norteamericanos son ajenos. No en vano, Estados Unidos también afronta una situación delicada en este sentido: a la espera de que el día 2 de agosto termine el plazo fijado para elevar el techo de deuda, parece que el acuerdo se hace de rogar. Las agencias de rating ya han amenazado al país con rebajar su rating, pero ni eso parece que cambia las cosas. Las últimas noticias apuntan a un bloqueo de propuesta de los demócratas por parte de los republicanos. Así que parece que el objetivo está aún lejano. El punto positivo y estable estos días lo tenemos en los resultados empresariales que, por un momento, nos han hecho olvidar los problemas macro. Las tecnológicas, con IBM y Apple –marcó tras sus cifras nuevos máximos históricos-, a la cabeza, se llevan la palma en EEUU, mientras que en Europa decepcionaron las cuentas de Nokia, que ha cedido el primer puesto en las ventas de smart phones al gigante de la manzana. Con este panorama en mente, y ante las buenas esperanzas de una solución favorable el jueves en la cumbre de Bruselas, las Bolsas se han decantado más esta semana por las ganancias que por las pérdidas. Así, Europa termina con un balance semanal positivo (subidas del 3,1%). Sin embargo, el escepticismo que se ha destapado hoy en torno a los resultados a largo plazo de este segundo rescate, unidos al aviso de Fitch de que pondrá la calificación crediticia de la deuda soberana helena en default restringido tras afirmar que el intercambio de deuda propuesta implica una pérdida neta de valor del 20% para los bancos y otros tenedores de deuda griega, a los malos resultados de Caterpillar, que presionan a la baja a Wall Street, y unas explosiones en Oslo, que siempre ha parecido ser un sitio tranquilo, han evitado que la euforia vaya a más, alejando a última hora a los selectivos de sus máximos del día. En España, la semana se ha saldado además con la salida a Bolsa de Bankia y Banca Cívica, dos de las principales cajas de ahorro resultantes de la reestructuración del sector que probarán en el parqué el sentimiento hacia este sector (ambas terminaron planas en los días de su debut), y con subastas de deuda en las que se ha demostrado que sube la rentabilidad pero también la demanda, aspecto positivo. No olvidemos que se trataban de las primeras subastas tras las pruebas de estrés. El Ibex termina la jornada con una subida del 0,42%, lo que le lleva al término de la semana a obtener una revalorización del 6,06%. Además, se mantiene por encima de los 10.000 puntos (10.059,3). Atención hoy al cierre de Wall Street después de que MarketWatch destape que el Senado ha rechazado los recortes presupuestarios propuestos por la Cámara de Representantes. La semana que viene, finalmente, mucha atención a la publicación de dos pesos pesados del sector bancario español, BBVA y Santander. Sara Busquets
contador