MADRID, 19 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- “El mayor obstáculo al que se enfrenta el mundo al superar esta crisis es la errónea idea de que operamos en un sistema capitalista”. El economista Richard Duncan apuesta por “matar al capitalismo y convertir al crédito en el rey”, porque considera que los intentos de volver atrás en el tiempo por parte de las economías occidentales ya basadas en el crédito puede ser catastrófico. “Estamos envueltos en un nuevo paradigma global que no sigue los viejos guiones, y que no responderá de manera favorable a la austeridad fiscal (…). Esto representa un nuevo sistema económico”.

Duncan es conocido por haber publicado en 1989 “La teoría de pulso-transitorio de la civilización industrial” que más tarde se renombró como “La Teoría de Olduvai”. Esta teoría sostiene que la proporción de la producción mundial de energía per cápita empezaría a disminuir hacia 2007 debido a un descenso de las tasas de extracción de combustibles fósiles por agotamiento, al mismo tiempo que crece la demanda por el aumento de la población. Esto causaría un colapso social y económico catastrófico. Sugiere que los seres humanos volverían eventualmente a un estilo de vida similar al de la edad de piedra, después de que la mayoría de la población mundial haya muerto durante el siglo XXI.

Esta idea suena demasiado catastrofista, pero lo cierto es que desde 2007, cuando se oyó por primera vez aquello de las hipotecas subprime, el mundo ha cambiado. Duncan reconoce que el planeta ya no se rige por las normas del capitalismo laissez-faire (dejar hacer), pero cree los políticos siguen perdiendo tiempo, y dejando pasar oportunidades para resolver la crisis y evitar seguir inmersos en una recesión corrosiva y de tensiones geopolíticas al alza.

Para Duncan, todo cambió en 1968, cuando la Reserva Federal (Fed) abandonó el “patrón oro” para apostar por las reservas en dólares. A partir de entonces, el crecimiento dinámico que ha estado detrás de la economía mundial tiene un nombre: crédito. “El crédito desplazó al capitalismo; y el crédito se basa en una moneda sólida, el trabajo duro, y la acumulación de capital”. En su opinión, la única receta para acabar con esta crisis es no criminalizar el crédito, dejar de apostar por su desaparición, y darle respaldo con una moneda sana.

Su recomendación: “Usar un nuevo sistema que consista en pedir dinero al Gobierno a bajos tipos de interés, e invertirlo en cambiar el mundo a mejor”. No acumular por acumular, como se hacía con el “patrón oro”.

EUROPA A MEDIA MAÑANA

A media mañana, las Bolsas europeas mantienen el rebote de la apertura tras las fuertes caídas de ayer. Los principales índices del Viejo Continente se anotan de media un 0,4%, y sólo los periféricos -Ibex35, PSI20 de Lisboa, y Mibtel de Milán- caen. El que más, el selectivo español, que se deja un 0,4%, hasta los 7.053 puntos.

La Bolsa española se comporta peor que el resto tras colocar deuda a diez años al interés más alto de los últimos cinco meses (5,743%). El Tesoro ha emitido 2.540 millones de euros, en la parte alta de la horquilla esperada de 1.500-2.500 millones. La demanda de las obligaciones a 10 años, que como muestra la tasa de cobertura (bid to cover) ha subido ligeramente hasta el 2,42 frente al 2,17 de la emisión anterior similar, es para el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, “elevada”.

En cuanto a la deuda a dos años, el Tesoro ha colocado 1.110 millones de euros en bonos con una rentabilidad media del 3,463% frente al 3,495% previo y la demanda ha superado a la oferta 3,3 veces, desde las 2,0 veces de la subasta similar anterior. Francia, que también ha colocado deuda a varios plazos, paga por financiarse a 2014 un 0,85%.

María Gómez
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