Opciones en momentos difíciles para los préstamos (I)

 

Es cierto que de manera objetiva solemos adjudicar a los préstamos que emiten las entidades financieras como una de las fuentes de financiación más importantes para cubrir las posibles necesidades de todo tipo que un usuario puede llegar a tener.

Pero no es menos cierto que en un momento como el actual el acceso a un préstamo no es siempre una tarea sencilla, de hecho, como sabemos, el consumo de este tipo de productos financieros ha caído de manera ciertamente importante y esto es por un lado por la bajada de demanda por parte de los usuarios, pero también, por el hecho de las restricciones que las propias entidades financieras han adjudicado a este tipo de operaciones.

Sin embargo no podemos separarnos de una realidad que hace que buena parte de nuestros conciudadanos también en esta situación actual tendrán necesidades de financiación, en muchos casos incluso extremas, pero, no cuentan ni con las garantías ni con la posibilidad de acceder a los préstamos bancarios.

Ante esta realidad existen determinadas opciones algunas de las cuales vamos a revisar a continuación.

Probablemente una de las más conocidas y antiguas por cuanto mantiene un funcionamiento estable a lo largo del tiempo es el llamado monte de piedad.

A diferencia de una entidad financiera en esta opción el usuario también va a tener que aportar una garantía pero esta garantía será posible aportarla en forma de objeto, comúnmente, joyas, aunque es cierto que el abanico sea abierto de nuevo de manera notable.

 

El funcionamiento de esta opción es relativamente simple, el usuario que desea obtener de este modo financiación aporta el objeto que desea ofrecer en garantía el cual es valorado y en función de dicha valoración al usuario le es ofrecida una financiación en forma de préstamo que puede oscilar entre el 80% y el 100% de este valor de transacción citado.

Tras marcar un plazo de devolución el usuario podrá disponer de nuevo de su objeto tras la devolución del préstamo habitualmente en una sola devolución y con intereses que pueden oscilar dependiendo del plazo entre el 5% y el 10%.

La gran cuestión de este tipo de acceso a dinero en metálico reside en el hecho de realizar la devolución del plazo, ya que, de manera contraria, no existirán las prórrogas, pasando de inmediato el objeto a subasta, aún así, existe la posibilidad de que tras dicha subasta si la cantidad obtenida por la pieza rebasara la suma de la valoración de la misma más los intereses el prestatario recibiera la diferencia de ambas cifras.

Como vemos una opción ya conocida, que en buena medida se puede considerar una vuelta al pasado ya que este tipo de acceso a la financiación fue muy popular anteriormente también en épocas complejas en lo económico, y, en nuestros días, vuelve a reactivarse con mucha fuerza y a convertirse en una alternativa real de obtención de financiación.

Imagen 1 y 2: rahego flickr creative commons // 401(K) 2012 flickr creative commons

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