Préstamo Mini Creditopocket

En los años de bonanza económica fueron los préstamos rápidos, aquellos productos que se solicitaban bien a entidades financieras al uso o bien a entidades crediticias especializadas, resultaron ser uno de los productos financieros más demandados (en lo que se refiere a financiación) para necesidades de financiación puntual, tras la llegada de la crisis este tipo de préstamos fueron probablemente los primeros en sufrir no sólo un descenso en la demanda sino también una tasa de morosidad ciertamente alta.

En la actualidad, y aunque este tipo de créditos siguen existiendo, lo cierto es que surge cada vez con más fuerza una figura relativamente nueva que es la de los créditos mini, una financiación de pequeñas cantidades (que van desde los 50 € hasta los 300 €) y que mantienen una operativa un tanto diferente a los créditos o préstamos a los que estamos acostumbrados.

Mini Préstamo Creditopocket/Wonga

  • Financiación: desde 50€ hasta 400€
  • Importes: fijos dependiendo de los plazos de amortización
  • Amortización: hasta 41 días
  • Crédito o gestión de recursos
  • Lo puedes solicitar desde aquí.

En el caso que nos ocupa el Mini Préstamo Creditopocket, que puede ser solicitado a través de la propia web de la entidad, nos propone un límite de financiación de 300 € a partir del importe mínimo a solicitar de 50 € (con la posibilidad de aumentar hasta 400 € en el caso de segundas solicitudes).

El producto nos propone un plazo de amortización a elegir entre uno y 41 días, no existiendo en este caso un interés aplicable al crédito ya que como decíamos anteriormente éste se rige por las condiciones particulares en las que con un tipo de interés al 0% será una comisión aplicable en función tanto del importe solicitado como del plazo de amortización elegido la que venga a suplir el papel de los intereses habituales en los préstamos.

Se nos ofrece también la posibilidad de la amortización anticipada total o parcial de lo dispuesto en cualquier momento dentro de los plazos límites de amortización, existiendo una obligación por parte del usuario de comunicación previa a la entidad a tal efecto y no existiendo una penalización concreta por dicha amortización.

Obviamente no estamos ante productos realmente baratos, aunque es cierto que los límites bajos de financiación y la agilidad en la concesión (trámites a través de Internet y vía telefónica) pueden compensar los costes medios de este modelo de financiación.

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