Bolsamania

Toyota GT86: la diversión brutal

ap-20862-bild00_praxistest_toyota_gt86-jpg-4f3b7751

El Toyota GT86 es fuerte. Aquellos que también séan de estos pareceres pueden tener mucha diversión con éste coche. Y para todos aquellos que no sintonicen en ésta línea, la máxima es: dejarlo estar.

Una de las características de un deportivo como éste Toyota es una usabilidad diaria practicamente nula con una amortiguación superdura y un carácter que solo se puede dominar con fuerza bruta.

Si casualmente hace poco pasaste por delante de un concesionario Subaru y viste ahí exactamente un GT86 bien tienes que saber, el Toyota GT86 fue separado al nacer de su hermano gemelo el Subaru BRZ. Dicho técnicamente, ambos fabricantes han puesto sobre el asfalto un deportivo brutal de tracción trasera.

Que no solo late un poco de técnica Subaru si no todo el corazón en el centro del Toyota es propiedad única del GT86. Un 2.0 litros de la casa Subaru trabaja en el fondo del deportivo. 200 caballos con un par motor de 205 Nm alcanzan su plenitud de rendimiento a las 6.500 revoluciones.

Una delicadeza en la aceleración del coche es el momento de pisar a fondo apretando el acelerador hasta la chapa del suelo para desarrollar un desgarro de todo el potencial que ofrece el GT86. El coche quiere y se debe de conducir con una aceleración media, entonces también se puede llevar un acompañante.

El Toyota alcanza una velocidad de 226 km/h con una aceleración de cero a cien en 7,6 segundos. Aquellos que opten por una versión automática en vez del cambio manual de seis marchas conducirán entonces 16 km/h más despacio y tardarán 0,6 segundos adicionales.

Lo que apenas requiere esfuezo es encontrar las sensaciones de conducción. Nada más tomar asiento y una vez testados un cambio duro y una amortiguación aún más dura éste japonés de 29.990 Euros obedece todas las ordenes. La dirección se deja manejar con precisión y la aceleración se dosifica con finura.