Bolsamania

Los 125 años del motor diesel

Motor-diesel

Era el 27 de febrero de 1892 cuando Rudolf Diesel registraba una patente para un nuevo tipo de Kraftwärmemaschine, un motor todavía rudimentario, pero que iba a convertirse en algo revolucionario. Este motor tomará el nombre de su inventor, un nombre que rápidamente sería sinónimo de potencia y de eficacia, probablemente, el señor Diesel jamás hubiera imaginado que su nombre estaría tan de moda, y que millones de jóvenes lo llevarían inscrito en sus jeans.

El motor diesel iba a conquistar primeramente los barcos, y servir en aplicaciones estacionarias, como el motor Man que fue construido entre 1902 y 1910, antes de hacer su primera conquista automovilística en 1936.

Primero un Mercedes

El coche era un Mercedes, y Peugeot seguiría 20 años más tarde con el 403, pero el gran cambio ocurrió en 1975, cuando Volkswagen lanzó el golf GLD, primer vehículo diesel de gran difusión. El éxito fue inmediato, y copiado por todos. Realmente permitió una clara reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Hoy en día, curiosamente, el diesel está puesto en cuestión, a pesar de haber conseguido superar todas las dificultades. Las emisiones de partículas tan solo son un recuerdo, con emisiones de menos de un milésimo de gramo por kilómetro. Tan solo quedan la cuestión del NOx, que la tecnología sabe reducir a casi cero, pero por un coste demasiado alto.

Una bonita carrera

Por esta razón, en motor diesel va a desaparecer de los modelos de gran difusión. Pero habrá tenido una bonita carrera, y habrá representado igualmente un enorme progreso, desde todos los planos, con relación a las máquinas de carbón de comienzo de siglo.

Si ponemos de lado las emisiones de NOx, el motor sigue siendo hoy en día más eficiente que un motor de gasolina. En la industria o en el Tercer Mundo, funcionando con aceite vegetal producido localmente, el diesel es una buena solución.

Por último, recordemos que si el diésel emite contaminantes tóxicos, su duración de vida y de peligrosidad es mil veces más corta que los residuos radioactivos de las centrales nucleares.

Foto – Locosdelmotor