Bolsamania

La verdadera historia del Volkswagen Golf GTI

 Volkswagen

En su origen, Volkswagen preveía producir 5000 ejemplares de su compacto deportivo, entonces en curso de desarrollo. Con más de 2 millones de modelos vendidos en el año 2011, el Golf GTI se ha beneficiado a lo largo de sus generaciones, de un éxito superior a las expectativas.

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Estamos en 1974. Alfons Löwenberg, ingeniero para el fabricante alemán, redacta un memento destinado al conjunto de su jerarquía. «Este documento explicaba mi punto de vista, recuerda el ingeniero. A saber que sería quizás interesante ofrecer al Golf una versión deportiva».

Volkswagen está en ese año demasiado ocupado por el lanzamiento del compacto que vive sus primeras horas. Pero eso no importa, porque Alfons Löwenberg, creyendo en su idea, decide continuar con su trabajo en solitario, con un modelo de prueba.

El ingeniero implanta entonces un carburador Weber de doble cuerpo sobre el motor del Golf, un 1.6 l. Instala igualmente un tubo de escape deportivo, y baja drásticamente la adherencia al suelo del vehículo. Resultado: el confort para los pasajeros se acerca al cero. «Un coche de este tipo no podía pasar desapercibido. Los rumores sobre este tema recorrieron rápidamente el centro de desarrollo de la marca de Ehra-Lessien«, retoma el ingeniero clandestino.

VolkswagenFrente a la extrañeza del responsable del departamento de investigación, Ernst Fiala, el hombre ya no tiene elección: hay que anunciarle a su superior la concreción de sus investigaciones y al paso, confiarle el volante para que dé algunas vueltas. «Inconducible, este coche», se exclamó Fiala, gritando tan fuerte como el ruido que hacía el coche.

Sin desanimarse, Alfons Löwenberg se alía a otras personas, entre las que se encuentra el responsable de desarrollo del proyecto Golf, Hermann Hablitzel. Poco a poco, el concept de «Sport Golf» se va precisando. Finalmente se anuncia un coche deportivo, confortable, previsto para uso diario.

Problema: para ser lanzado, el proyecto debe imperativamente contentarse con unos costes de producción limitados. No es cuestión de invertir demasiado dinero en una idea que parece una locura. De golpe, la única posibilidad se impone rápidamente: utilizar piezas estandarizadas. Y el resto ya lo conocemos…

Foto – Coches21