Bolsamania

La historia del museo que invitó a sus visitantes a rayar un Lamborghini Gallardo


Advertencia: estas imágenes pueden herir la sensibilidad de los amantes de los coches y los admiradores de la marca Lamborghini. El pasado mes de septiembre, el ARoS Kunstmuseum, ubicado en la ciudad de Aarhus, Dinamarca, invitó a sus visitantes a rayar la pintura de un precioso Lamborghini Gallardo negro que había sido puesto en exhibición, como parte de la exposición «No Man Is a Island».

Así es: durante tres semanas, a todo el mundo se le permitió dejar una marca destructiva en el capó y las puertas de este carísimo deportivo italiano. Al principio, la gente se mostró escéptica, pero una vez convencidos de que no habría consecuencias para sus actos de vandalismo, dieron rienda suelta a sus más bajos instintos. Han pasado siete meses desde ese «crimen», y el coche sigue allí. Una visión realmente doloroso para muchos.

Es curioso comprobar que una de las primeras palabras que fueron inscritas a golpe de punzón en la pintura negra de este Lambo sea la palabra «SKODA«, la única referencia automovilística en la maraña de saludos, eslóganes y cartas de amor que inundan su chapa.

Habrá quien opine que permitir que un magnífico Lamborghini Gallardo sea sometido a esta tortura no tiene ningún sentido, pero en el mundo del arte contemporáneo casi todo vale. El objetivo, según los comisarios de la exposición, es «demostrar que todo lo que hacemos, cada una de nuestras acciones, deja una huella en la sociedad en la que vivimos, ya que cada pequeña acción tiene un impacto en el conjunto».

 

El artista, llamado DOLK, adquirió este Lamborghini Gallardo de segunda mano en Italia, con la idea de usarlo específicamente para este proyecto, pero ni él ni el museo imaginaron que el castigo que recibiría iba a ser tan grande. Los visitantes del museo no sólo arañaron la pintura, sino que rompieron los cristales de las ventanas y robaron las letras del nombre «Lamborghini» del portón trasero.

En la página de Facebook del museo, la gente acusó al ARoS Kunstmuseum de alentar el vandalismo, argumentando que una vez que las personas cruzan esta línea una vez, estarán inclinadas a hacerlo de nuevo. 

Otros, probablemente también muchos de los lectores de kmph.es, consideran que el Lamborghini Gallardo es una obra de arte en sí misma, y que este proyecto no es sino la mutilación del arte. DOLK argumentó que, de haber optado por ejemplo por un Citroen Berlingo, la gente no hubiera experimentado el mismo «dolor» al observar el destrozo.

Fotos – TripAdvisor.dk

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