Hamilton, muy enfadado con Mercedes

Una de las mayores decepciones que dejó el Gran Premio de España fue la desafortunada actuación de los pilotos de Mercedes, especialmente la de Lewis Hamilton. El equipo alemán comenzó la temporada postulándose al título y a la encarnizada lucha que arriba libran Ferrari, Red Bull y Lotus, pero se ha ido desinflando y quedándose únicamente en una opción para los entrenamientos clasificatorios. Así, Rosberg terminó en la sexta posición a pesar de haber sido pole y Hamilton finalizó en el duodécimo puesto. El problema, según parece, vuelve a estar en los neumáticos, la auténtica bestia negra del británico en el presente curso deportivo. «Fue una mala experiencia, espero que no me vuelva a pasar, parece que otros hicieron mejor las cosas. Hemos traído muchas mejoras pero no nos funcionan para intentar controlar la degradación. Estoy muy perdido«, comentó ante los medios de comunicación.

El jefe de la escudería teutona, Ross Brawn, optó por echar balones fuera y repartir de algún modo las culpas: «Lewis no tuvo un buen balance en ningún momento y eso hizo que una situación que ya era crítica, fuera aún peor. Eso le obligó a cambiar a una estrategia de cuatro paradas a mitad de carrera«. Estos son los primeros síntomas de la posible fractura que puede haber en el constructor alemán, que tras un buen inicio levantó muchas -quizá demasiadas- expectativas. La realidad es que ahora Hamilton está cuarto en la general del Mundial, a una distancia ya considerable de los máximos favoritos. El británico se encuentra a 39 puntos de Vettel y 22 de Alonso. No todo está perdido ni mucho menos, pero los cambios han de producirse con premura.

Por todo ello, Brawn mandó un mensaje de optimismo y esperanza a los suyos. «Sé que todos en el equipo están trabajando muy duro y tenemos que mantener una actitud positiva. Estoy seguro de que averiguaremos el problema y tenemos que seguir luchando juntos para cerrar la brecha. Voy a hacer mi mejor esfuerzo para ayudar y animar a los chicos«, concluyó. Habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Para ser justos, no podemos olvidar que Mercedes no partía como uno de los favoritos en pretemporada. De hecho, muchas de las voces autorizadas del paddock colocaban a McLaren un escalón por encima. Es comprensible la impaciencia de Hamilton, pero el británico también ha de ser realista. Será difícil que luche por el título.