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Gumout GT4586, un Toyota con un motor de Ferrari

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El Gumout GT4586 es un «drift car» super potente, apto para correr en América del Norte en las competiciones de Formula Drift. Esta forma muy particular de carrera de vehículos se basa tanto en la potencia impresionante de los coches como en el arte del derrape controlado de los pilotos. El pedigree del Gumout GT4586 es un 50% Toyota GT86, un 50% Ferrari 458 Italia, y 100% pura locura.

El SEMA Show, un salón muy diferente

Incluso un acontecimiento tan loco como el SEMA de Las Vegas, el salón de la preparación del Automóvil, sigue sorprendiendo a los más avezados.

La edición 2016 desveló al público un SUV Toyota capaz de superar los 350 km/hora, el Land Speed Cruiser, y un pick-up Dodge Ram equipado con un motor Hellcat de 775 caballos con unos rendimientos comparables con los de un Challenger, el coche deportivo mítico de la marca. Sin olvidarse de los modelos como el Timeless Kustoms Vicious de 1000 caballos, o el magnífico Camaro Slammer.

Pero hasta ahora, nadie se ha mostrado a la altura de Ryan Tuerck y de su Gumout GT4586. Este piloto de Fórmula Drift, esa especialidad americana de carrera automovilística que combina el arte del derrape controlado y la superpotencia, ha decidido crear la máquina de drift al estilo Frankenstein.

Un V8 Ferrari en un pequeño Toyota

Partiendo de una base de Toyota GT86, un coupé adorado por los preparadores y especialistas del tuning por razón de su forma, de su centro de gravedad muy bajo, de su motor bóxer y de su transmisión por propulsión, Ryan Tuerck ha querido hacerle pasar por una pequeña operación a corazón abierto.

Instalar un mayor motor en un coche japonés o equiparlo de turbocompresores no tiene nada de nuevo. Pero el proceso es totalmente inédito, se trata de colocar en un pequeño Toyota uno de los más bonitos motores de la historia del vehículo reciente, el V8 atmosférico de 5 litros y 570 caballos que equipa el Ferrari 458 Italia.

Un coche que escupe fuego

Los V8 Ferrari se montan en disposición central, lo que implica que para instalar este motor en el Toyota, previsto para albergar un motor en la parte delantera, Ryan Tuerck ha debido sacar los conductos de escape a través del parachoques delantero, y el vehículo escupe literalmente fuego cuando acelera.

Además, el motor es tan imponente que el preparador ha tenido que desprenderse completamente del capó, pero esto añade al look particular mayor agresividad todavía.

La historia de los matrimonios italo-japoneses en materia de vehículos está llena de experiencias poco positivas, incluso tocó fondo con el Alfa Romeo Arna, que combinaba los peores aspectos de los Alfa con los peores elementos de los Nissan. Pero esta asociación, si los puristas son capaces de remontar el sacrilegio consistente en utilizar a un Ferrari como un vulgar donante de órganos, merece la pena que sea celebrado.

Foto – Youtube