Bolsamania

¿Cuánto hay de la tecnología de la F1 en nuestros coches?

Hace dos semanas a todos nos estremeció el brutal accidente que sufrió Fernando Alonso en Australia cuando rodaba a más de 300 km/h. Su monoplaza quedó destrozado, pero para sorpresa y alivio de todos, el piloto asturiano salió completamente ileso. ¿Milagro? No, el resultado de aplicar la más alta tecnología al servicio de la seguridad. Y lo mejor es que esa tecnología de la F1 también la podemos encontrar en nuestros coches.

Es cierto que los materiales de alta calidad y los componentes electrónicos que se usan en la F1 son generalmente demasiado caros para su producción en masa, pero las ideas y conceptos creados para el mundo de los deportes de motor se acaban adaptando de uno u otro modo en los modelos de serie.

Algunos ejemplos: los frenos de cerámica, tan habituales en los coches actuales, fueron probados primero en la F1, al igual que la transmisión de doble embrague automático y secuencial.

Otro caso es el de la tracción a las cuatro ruedas, que se instaló por primera vez en un Jensen FF en 1966, 14 años antes de que apareciera en el mercado el Audi Quattro con esta novedad.

Otras ideas solo han llegado a los coches de producción de manera parcial. El carbono, material del que están hechos los chasis de los coches modernos de Fórmula 1 están en nuestros coches para los elementos decorativo. La razón es simple: es un material muy caro.

Muchos fabricantes ponen a prueba nuevos componentes de sus futuros vehículos en los circuitos. La Fórmula E sin ir más lejos ofrece una oportunidad única para el desarrollo de futuros motores eléctricos y baterías en condiciones muy duras. No puede haber mejor banco de pruebas.

Incluso el motor turbo viene del mundo de las carreras. En los años 70 se hizo popular a través de F1, y BMW creó en 1973 su primer modelo en serie con turbo. También la inyección directa de gasolina tiene sus raíces en los deportes de motor.

Así que nada de complejos: cuando te subas a tu coche recuerda que también estás disfrutando de los avances de la tecnología de la F1. Un lujo que no solemos valorar.