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Consejos que conviene conocer a la hora de conducir un vehículo híbrido

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Si la conducción de un vehículo híbrido ofrece la misma facilidad que la de un vehículo térmico clásico equipado con una caja automática, es en todo caso fundamental conocer ciertos trucos con el fin de disfrutar plenamente de la presencia de los dos motores. Para convertirse en un campeón del consumo, inútil circular como un caracol. Conviene adaptar la conducción al estado de la carga de la batería.

La calefacción

El primer consejo es el de no enchufar la calefacción a fondo cuando el motor térmico está frío. Conviene esperar a haber recorrido varios kilómetros. En su acabado Premium, el Kia Niro va equipado con asientos y volante climatizador. Si se dispone de este modelo, conviene ponerlos en funcionamiento, puesto que es mucho más eficaz desde un punto de vista energético.

La batería

Si la batería está por debajo del 50% de la carga, con ocasión del arranque, conviene mantenerse en modo eléctrico los dos o tres primeros segundos, y luego acelerar francamente para alcanzar la velocidad a la que se desea circular. Cuando la batería está en una carga prácticamente máxima, se puede acelerar sin menoscabo al arranque, y utilizar los dos motores simultáneamente. Luego se relaja tras algunos segundos para circular en modo eléctrico.

En velocidad de crucero, como máximo conviene mantenerse en la zona «eco» del indicador de potencia. Esto es cierto en autopista, y contrariamente a una idea recibida, el regulador de velocidad no es un amigo eficaz para reducir el consumo. Conviene saber que es mucho más interesante, cuando el nivel de la batería está bajo, efectuar algunas aceleraciones francas y no tanto circular como si se estuviera pisando huevos.

El uso del freno

Para las desaceleraciones, conviene deshacerse de los frenazos bruscos. Hay que tener presente que el pedal del freno, si no se pulsa en profundidad, provoca un frenado 100% eléctrico. Por tanto, permite la recuperación de la energía y preservará la duración de vida de los discos y de las plaquetas. En carretera, implica mantener una distancia suficiente con el vehículo que precede para no tener que frenar de forma brusca. Por los lados, es interesante alternar fuertes aceleraciones térmicas con fases eléctricas. Subir suavemente a una velocidad estable no es rentable.

En las bajadas, conviene frenar regularmente de forma ligera, exactamente a la inversa de lo que hay que hacer en un vehículo térmico. Aquí no hay riesgo de sobrecalentamiento de los frenos, puesto que es el frenado eléctrico el que se utiliza. En todo caso, si se baja de un puerto bastante pronunciado, conviene imperativamente utilizar el freno del motor, pasando por la caja robotizada de doble embrague retrocediendo una o dos marchas.

Al final, estos consejos permiten ganar hasta un 20% del consumo del vehículo.

Foto – Cocheshibridos10