Bolsamania

¿Comer en el coche? Motivos para no hacerlo

En un mundo siempre con prisas, cada vez son más los que a falta de tiempo acaban comiendo en el coche camino del trabajo o en plena ruta. Desde el punto de vista, de la seguridad no se trata de un hábito muy aconsejable, por razones obvias, pero esta no es la única razón por la que comer en el coche es una pésima idea.

El principal motivo por el que deberíamos evitar ingerir alimentos dentro de nuestro coche, incluso si lo hacemos estando aparcados y con el motor apagado, es la presencia de toda clase de bacterias que proliferan  en el habitáculo de los vehículos, principalmente en el salpicadero y la tapicería, alimentándose con los restos de nuestras comidas y capaces de sobrevivir incluso si limpiamos el interior de nuestro coche con asiduidad. Así que estamos hablando de una cuestión de salud, más que de seguridad vial o de higiene elemental.

Riesgos para la salud

Según un estudio realizado por la empresa Halfords en el año 2010, estos gérmenes que habitan en nuestros coches y se resisten a morir pueden causarnos numerosas molestias que van desde irritaciones de la piel hasta infecciones intestinales e incluso intoxicaciones alimentarias.

Lo más sensato es evitar comportarse como Homer Simpson (que en muchos capítulos de la serie ha convertido su coche en una especie de comedor con ruedas) y, si no nos queda más remedio que comer en ruta, pararnos en un restaurante o simplemente sacar la fiambrera y comer fuera del coche, al aire libre. Aprovechando de paso para estirar las piernas.

Fotos – NY Daily News