Bolsamania

Christine, el coche asesino

El nombre de Plymouth Fury de 1958 tal vez no te diga nada, pero si te decimos que este coche es el protagonista de la famosa novela (y película) de Stephen King «Christine» seguro que empiezas a recordar.

Aunque desconocido en Europa, el Fury es uno de los coches más icónicos de la década de los 50 en los Estados Unidos, aunque se estuvo fabricando hasta 1978, llegando a producirse hasta cuatro generaciones. Pero nosotros nos vamos a centrar en la primera, a la que pertenece la popular e inquietante Christine, el coche asesino.

Quien conozca la novela o haya visto la película de John Carpenter, ambas del año 1983, sabrá que Christine era un coche poseído por un espíritu maligno. Su propietario no podía evitar obsesionarse con esta máquina, capaz de asesinar a cualquiera que se interpusiera en su camino o se atreviera a hacerle daño.

Todo esto es ficción, naturalmente, pero un amante de los coches clásicos sí sentirá una atracción irresistible por este magnífico coche. Originalmente el Fury apareció como una variante del Plymouth Belvedere, de estilo coupé y en color blanco con acabados en aluminio dorado, pero debido a su éxito pronto se convirtió en un modelo propio, más largo, más ancho y equipado con una nueva suspensión delantera. Todo un éxito de ventas.

El motor del Plymouth Fury era el poderoso Golden Commando de 5.7 l, con una potencia de 305 CV. Exacta,ente el mismo que impulsaba a otros populares modelos de la marca como el  Plaza o el Savoy.

Después del Plymouth Fury de 1958 aparecieron muchas variantes y nuevas motorizaciones. Durante dos décadas siguió siendo un coche muy demandado en el mercado norteamericano hasta que los tiempos cambiaron. El último modelo en ser comercializado fue el Gran Fury, con una estética muy alejada de la de Christine, el Fury original.

Fotos – Cargurus