Bolsamania

Chevrolet Tahoe: amado por unos, odiado por otros

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Desde un punto de vista europeo no hay bondades que se puedan destacar en el Chevrolet Tahoe. Un motor ostentoso, un cambio automático espeso y una carrocería demasiado blanda. Pero en cuanto se conduzca éste coche sobre suelo americano el odio se transforma en amor.

Es un coche desmesurado, unas dimensiones gigantescas con un interior que se revela lleno de plásticos baratos. A ello un cambio que cumple con sus funciones a regañadientes con una carrocería blanda como un flan. El motor es grande y consume mucho, comparado con un Opel Corsa una blasfemia.

Es un coche que no se vende en Europa y los expertos no hacen más que reir sobre el. No obstante si se conduce el vehículo en los Estados Unidos llega un momento en el que se empieza a querer al mismo.

En cierta manera el Tahoe es un dinosaurio automovilístico, es un coche que tras doce generaciones esta sobredimensionado. Igual que todos los Estados Unidos. Su interior con tres filas de asientos y un gran maletero al igual que su lujo con cuero fino y consolas nobles pero instrumentos baratos así como botones parafernalios son igual de superficiales que el lujo nortemericano de la quinta avenida. Su tecnología es además igual de dudosa como presumida.

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Muy en la línea de lo norteamericano es un coche que cuenta para cada acción de un ayudante electrónico. Los asientos traseros, el portón incluso los pedales se pueden desplazar electrónicamente.

Por increíble que parezca su motor de 5.3 litros tiene cierta sintonía por el medio ambiente pues cuenta con una desconexión de cilindros. Una función que un país de carreteras largas y grandes limitadas a 120 km/h tiene su sentido. Al final el conductor de un Tahoe con V8 lo lleva siempre regulado de esta manera.

Es un SUV que gracias a casi una docena de conexiones USB y puntos de carga para aparatos electrónicos tiene su utilidad para una gran familia. Además con sus 100 litros de depósito de combustible servirá para disfrutar de largos y comódos trayectos por las estepas norteamericanas. Es un coche que combina casa y salón de estar a la perfección. En definitiva, un coche para lo desmesurado.