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AUTObodies: seis coches de museo en el MoMA de Nueva York

Algunos coches son verdaderas obras de arte, aunque no todos acaban en un museo. Sin embargo, el Museo de arte contemporáneo de Nueva York, conocido como MoMA, decidió conceder este honor a seis modelos en concreto, los protagonistas de una exposición que bajo el título de «AUTObodies: speed, sport, transport« asombró a todos los visitantes en el año 2002 y todavía hoy sigue haciéndolo. Te los presentamos aquí, ordenados de más antiguo a más moderno:

Cisitalia 2002 GT de 1946

Diseñado por el mismísimo Pininfarina, fue producido en el año 1948, este modelo supuso toda una revolución en el mundo del automóvil, sobre todo por sus líneas redondeadas y su diseño (para entonces) vanguardista.

La idea era pasar página ante los años grises y tristes de la II Guerra Mundial e iniciar una nueva etapa. Sólo se produjeron 170 unidades entre 1947 y 1952. Eran otros tiempos.

Willys-Overland M38A1 de 1952

momawillys2Como ya explicamos aquí en su momento, este vehículo fue creado a partir de las exigencias y necesidades del Ejército de Estados Unidos. En su momento, el Jeep fue uno de los vehículos más avanzados tecnológicamente y después de la guerra, WillysOverland Motors continuó produciendo el vehículo para el mercado civil como militar.

Este modelo en concreto, el del año 1952, capaz de moverse en cualquier tipo de superficie y cargar hasta 226 kg, es fruto de la evolución de los modelos originales de los años 40. Para los expertos, el mejor Jeep jamás construido. De hecho, se mantuvo en producción hasta 1968.

Volkswagen Beetle Type 1 Sedán de 1959

¿Cómo no incluir en esta exposición a uno de los coches más populares de la historia?

El Beetle que se exhibe en el MoMa es, hay que decirlo, un modelo muy especial retocado al gusto de los americanos y con muchos otros elementos externos añadidos con posterioridad.

Jaguar E-Type de 1961

La aportación de este bello Jaguar a esta exposición es el reflejo de la influencia de los coches de carreras en el mercado automovilístico.

Por otra parte, su línea es elegante y hermosa, digna de estar en un museo de arte, un deportivo biplaza con techo descapotable y un poderoso motor bajo el motor. Uno de los más admirados por los visitantes del museo.

Ferrari 641 de 1990

Imposible no incluir un Ferrari en una selección de museo. La elección sin embargo llama un poco la atención: no es ninguno de los famosos deportivos de la marca del Cavallino Rampante, sino un modelo único y exclusivo, diseñado para ser pilotado por Alain Prost.

Este coche podía alcanzar una velocidad máxima de 337 km/h e incorporaba materiales en aquel momento tan innovadores como la fibra de carbono.

Smart Fortwo de 1998

El último en incorporarse a la colección: el pionero de los pequeños coches urbanos europeos que rápidamente conquistó el mundo, con más de medio millón de unidades vendidas.

Fotos – coches.com