Bolsamania

Así funcionan las mafias de robo de coches

Man breaking into car

El crimen sigue organizándose para robar más y mejor, con redes internacionales de tráfico de coches la OCU ha entrevistado a la Jefatura Superior de Policía de Madrid para conocerr a fondo como funcionan las mafias de robos de vehículos.

¿Qué hace la policía cuando se roba un vehículo?

En cuanto se denuncian, todos los robos se comunican a todas las comisarías de España, a la Guardia Civil y a las policías municipales. Hay un seguimiento de la matrícula, por si le ponen una multa de tráfico, de aparcamiento… o por si le caza una cámara.

¿Cómo se evita que salga del país?

Poniendo especial atención en los pasos fronterizos. Suena bien pero solo cobra importancia si intentan llevar el coche al Magreb, ya que en el espacio Schengen circulan con libertad. Vemos casos de coches robados en Madrid que en dos días están en Rumanía. Por suerte, tenemos enlaces por toda Europa que cada vez funcionan mejor, con bases de datos que compartimos. Estamos intentando extender esta colaboración al norte de África, pero no es fácil.

Se habla muchísimo de mafias que venden los vehículos en el extranjero. ¿Es lo habitual?

Lo que estamos viendo es que solo una cuarta parte se saca para venderlo fuera. Me refiero al vehículo entero y no a las piezas. La mayoría, por lo tanto, se queda en España.

¿Cómo es el ladrón de coches?

No son personas que roban puntualmente. No es El Lute, que lo cogía para irse a casa y lo dejaba por ahí. Son redes organizadas que trafican con coches robados y que también surten a otros grupos criminales: les venden coches para transportar droga, para asaltar casas… Digamos que un 10% de sus clientes son otros criminales y un 90% ciudadanos que compran de buena fe.

¿Cómo acaba un vehículo robado en manos de un inocente?

Se llama duplicar el vehículo y funciona así:

1. Me fijo en el vehículo a duplicar. Por ejemplo: voy por la calle y en un concesionario tienen expuesto un BMW con matrícula 4444 de color negro.

2. Paso esa información a los falsificadores, que me hacen toda la documentación con esos datos.

3. Cuando la red roba un BMW negro, ya tenemos su documentación lista y ese coche se vende en el mercado de segunda mano.

4. El BMW que estaba en el concesionario también se vende. Durante un tiempo lo que sobre el papel es un solo coche, en la realidad son dos coches con dos propietarios diferentes. Es frecuente que al dueño del BMW original le empiecen a llegar las multas que le ponen al dueño del BMW duplicado.

5. El señor al que le llegan multas que no son suyas pone una denuncia. Y al final todo este lío tiene que resolverlo el juez. Tenemos 3 víctimas: a uno le robaron su BMW, a otro le estafaron porque le vendieron un coche robado? y a otro le llegan multas que no son suyas porque alguien ha suplantado la identidad de su coche.

¿Qué ocurre cuando interviene el juez?

No quiero criticar al juzgado, simplemente describo una situación que vemos a menudo. Por ejemplo, cazamos a una red que ha robado 15 coches. Y al final cada coche se va a un juzgado diferente. Son 15 robos en 15 juzgados. Es un dislate y toda la imputación queda deslavazada. A nosotros nos toca entonces demostrar que no son 15 casos sino una organización criminal. Cuando funciona, los 15 casos los lleva un mismo juez. Supone mucho más trabajo para ese juzgado, pero a cambio las penas son mayores y el coste procesal es menor.

¿Qué diría a los que se lamentan de que estos criminales jamás pisen la cárcel?

Les diría que solo soy policía. Y estoy aquí para ser garante de los derechos y de las libertades de los ciudadanos. Porque es muy fácil decir «¡todos a la cárcel!». Pero bueno, habrá que verlo, tenemos unas leyes y cada cosa tiene unas penas.

¿Algún consejo para que no nos roben el coche?

Para eso están los antirrobos y las alarmas. Pero no son infalibles. Simplemente disuaden y el ladrón decide llevarse otro coche. Hay que cerrar siempre y llevarse la llave, aunque vayamos solo a poner gasolina, aunque solo bajemos un momento.

También está el truco del buen samaritano, que se ofrece a ayudarte con una avería y aprovecha para robarte. Pasa mucho con pequeños golpes: te dan por detrás, te bajas… y te quedas sin coche.

O en la venta entre particulares, conviene quedar en un lugar normal y a una hora normal, evitando los polígonos. Y por supuesto nada de dejarle a un desconocido darse una vuelta para probarlo.