Bolsamania

120 años de motores diésel

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En 1893 un ingeniero francés de origen alemán llamado Rudolf Diesel patentaba un motor térmico de combustión interna en el cual el encendido se lograba por la temperatura elevada producto de la compresión del aire en el interior del cilindro. Han pasado 120 años y el motor diésel ha conquistado el mundo del automóvil, pero también el de la maquinaria agrícola, la náutica, la aeronáutica y gran parte de la industria.

Un poco de historia

4356567172_92240160e9_zDiesel era mucho más que un ingeniero mecánico. Era un verdadero espíritu inquieto y un gran aventurero. Entre sus logros destaca la creación del primer motor del mundo que quemaba aceite vegetal y la obra Solidarismus, un verdadero tratado de filantropía.

Murió en extrañas circunstancias, desapareciendo sin explicación mientras cruzaba el Canal de la Mancha en barco en el año 1913. Se cree que se suicidó, agobiado por las deudas que había contraído y a las que no podía hacer frente, aunque no faltan las teorías conspirativas que señalan que fue asesinado por los servicios secretos británicos para evitar la difusión de algunos de sus inventos.

Pero volvamos a 1893 cuando Diesel puso en marcha por primera vez su motor experimental, que constaba de un solo cilindro de unos tres metros de altura, con un pistón movido por una rueda que actuaba como cigüeñal. Tres años después presentó un nuevo motor mejorado capaz de multiplicar por siete la eficiencia energética teórica del antiguo motor de vapor.

Al año siguiente se daba el siguiente paso: hallar el combustible óptimo para él. Tenía que ser poco volátil y se eligió el fuel-oil, que ya entonces era utilizado para alumbrar las lámparas de la calle por ejemplo.

El motor diésel hoy

Con el tiempo la invención de Rudolf Diesel se extendió con éxito en plantas hidráulicas y eléctricas, automóviles, camiones y buques.

En la actualidad es uno de los preferidos por el público por su rendimiento en combustible, duración y fortaleza. Los sucesivos avances tecnológicos han ido mejorando su eficiencia. Durante muchas décadas el precio del combustible diésel fue notablemente más barato que el de la gasolina normal, una diferencia que ya ha desaparecido y que por tanto ha dejado de ser una ventaja para estos motores.

En cuanto a los puntos débiles clásicos del motor diésel (precio, mantenimiento, prestaciones, ruido) hay que decir que se han ido puliendo en las últimas décadas gracias a soluciones como el turbocompresor, la inyección electrónica o el sistema common-rail.

Fotos – Le Monde