[Serie] “Bates Motel” y la correlación directa con el dolor de barriga

Cuatro semanas. Un mes aproximadamente. Eso es todo lo que le he concedido a la nueva producción de la cadena A&E, “Bates Motel”. Se supone que, como lo que se lleva ahora, reexplora la conflictiva adolescencia de Norman Bates, el asesino en serie que se popularizó gracias a la adaptación que Hitchcock llevó a cabo de la novela de Robert Bloch. Es decir, usar el personaje de Norman Bates implica mucha responsabilidad (olvidemos las secuelas del libro principal, así como de la película) y, al igual que “Hannibal”, esto genera unas expectativas difíciles de cumplir.

Y no lo hace. “Bates Motel” comete un error grande al escudarse detrás de Norman, el que se supone que va a ser el personaje estrella. Cada expresión, cada palabra, cada tono, cada mirada, cada cosa que el chaval haga va a ser evaluada sobre unos parámetros muy rígidos, así como el contexto, sus relaciones y, por supuesto, su madre, que es otro personaje en el que fijamos el interés.

Bates-Motel-1

En cualquier caso e independientemente de mi opinión acerca de la serie, Freddie Highmore hace un buen trabajo como chico raro con carisma. Lo sumaría al club de “Las ventajas de ser un marginado” porque, como os habréis dado cuenta, ser freak, especial o diferente es lo que se lleva ahora. “Smart is the new sexy”, que se dice. Ya no es motivo de acoso, burlas o escarnio. Es más, las chicas se derriten por los jovencitos que visten recatados, son cohibidos y profundos. Lo vemos todos los días. Si esto es lo que pretendía su creador, desde luego lo ha conseguido con el proyecto de su Norman Bates y Highmore lo clava, pero algo me hace pensar que no es lo que corresponde.

Norma Bates, la madre, es interpretada por una soberbia Vera Farmiga. Resulta agradable verla en escena como una madre acaparadora y preocupada por su retoño. Aun tiene capítulos para desplegar sus encantos y dar lo mejor de sí misma. Si algo merece la pena en “Bates Motel” es ella. A nuestros protagonistas se nos suman unos secundarios que sorprenden.

Las chicas de la clase de Norman Bates, incluyendo la profesora, se revolucionan con la presencia de este guapo y misterioso adolescente mucho más atractivo que cualquier capitán de rugby u otros tópicos de los institutos. Destacan dos muchachitas: Emma Decody (Olivia Cooke) y Bradley Martin (Nicola Peltz), a cada cual le asignan diálogos y actitudes de lo más inverosímiles. Con ellas se formará un triángulo amoroso que promete atrapar al público adolescente.

Luego está Dylan Masset, el hermanastro cafre de Norman Bates, que es repudiado por su madre. Aparece en escena en el segundo capítulo y sirve para hacer hincapié en las extrañas relaciones que la señora Bates tiene con sus chicos y los extremos de éstas. Para todo lo demás, Dylan es un personaje bastante lerdo, torpe y poco justificado. Tenían que añadir otro chico guapo al show.

Los agentes Romero y Shelby también son importantes. Estos se ocupan de la desaparición de un vecino de la localidad, una desaparición que apunta a un asesinato y éste salpica a los Bates directamente. Cada poli lleva su trabajo de una manera y le dan a “Bates Motel” bastante juego.

bates-motel-2

Sin embargo, la serie da dolores de barriga para cualquiera que quiera navegar en la biografía temprana de Norman Bates. No encontraría tanto inconveniente si el nombre fuera “Perico el de los palotes”, “Charlie Adams” o “El asesino del motel: orígenes”. Pienso que utilizar un personaje tan mítico dentro del cine es un truco pérfido y un pretexto para atraer a unos espectadores que, de otra forman, no se acercarían a un producto tan facilón. Lo siento, Carlton Cuse, Kerry Ehrin y Anthony Cipriano, pero vuestra creación es espantosa.

“Bates Motel” se salva de la quema si es porque no hay otra cosa para ver en ese momento, si uno tiene quince años o si el nivel de exigencia, por lo que sea, es prácticamente inexistente. Te encantará si reúnes estos tres requisitos. Si quieres una historia más elaborada con buenos personajes, ¡huye! ¡No es tu serie!

La subtrama de “Bates Motel”

Hay un punto que no he querido tratar. El argumento lo conocemos incluso sin leer la sinopsis: está claro que va de la relación madre-hijo y de cómo llega a estar el chico tan perturbado. No obstante, de esto solo los guionistas no pueden (o no saben) sacar partido: necesitan meter paja. Un pueblo que se dedica al cultivo de la marihuana, un policía que tiene esclavas sexuales en su sótano, una libreta con dibujos manga que habla acerca de esos abusos, fiestas juveniles muy extrañas en un pueblito minúsculo… Cosas que me dejan muy frío.

¿Qué opináis? ¿Habéis visto algún capítulo?

4 Comments

  1. Gualberto abril 14, 2013
  2. Larry abril 17, 2013
  3. Ferran abril 22, 2013
  4. Jose Cubero Fernandez mayo 12, 2013