“La guerra del Planeta de los Simios” o la cara buena del blockbuster

Afortunadamente existe César. Nuestro periplo por el mundo de las grandes superproducciones suele dejarnos más decepciones que alegrías. De unos años para acá, la realidad es que parece que cada vez se pone menos esfuerzo a la hora de abordar películas de gran presupuesto. Se entiende que con explosiones, ruido y un puñado de efectos está todo hecho, pero cuando aparece en escena un tipo como Matt Reeves nos nos acordamos de lo mucho que nos gusta el buen cine.

No vamos a pedir el Oscar para La Guerra del Planeta de los Simios. De hecho, ya lo hicimos con la anterior entrega. Sin embargo, ver al filme entre la lista de candidatas sería una noticia feliz para el cine, así como un precedente importante. El hecho de que la Academia concediese hueco a un filme de sus características supondría la llamada de atención a la industria que tanto llevamos esperando: Las grandes producciones funcionan también dejando sitio al talento.

La guerra del Planeta de los Simios es sencillamente increíble. Los elogios se quedan cortos para lo que Matt Reeves se ha marcado. Ha construido un canto a la libertad y un oscuro retrato de lo peor de nuestra condición humana de un plumazo. Hay veces que no buscas conflictos, sino que los conflictos te buscan a ti. Eso es lo que le ha ocurrido a un César que vive una dura disputa entre moralidad y necesidad. Ya no está en sus manos decidir sobre el destino de su pueblo, sino que tiene que elegir entre vivir o morir. Ya no hay lugar para grises en el mundo que plantea el temible Coronel de Woody Harrelson. Ahora es blanco o negro. O aceptas el envite o estas perdido.

Si queremos grandes producciones inteligentes y que nos llenen el alma de cine es el momento de empezar a premiar películas tan sumamente brillantes como La guerra del Planeta de los Simios. Hay filmes que se merecen que llenemos las salas, y este es uno de ellos.

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  1. Marta Jimenez julio 27, 2017