Muchos son los comentarios positivos que ha despertado “Star Wars: El despertar de la Fuerza”. El filme de J.J. Abrams sigue rompiendo récords mientras los millones de fans vuelven a ilusionarse con un filme que ha recuperado la esencia de la trilogía original y que ha logrado incorporar a las filas de devotos a un buen puñado de espectadores más.
Harrison Ford, Mark Hamill, Daisy Ridley, Adam Driver… muchas han sido las buenas noticias que nos ha dejado la séptima entrega de la saga galáctica. Tanto el regreso de los míticos personajes, como las nuevas incorporaciones han logrado hacer las delicias de propios y extraños. El problema es que una figura ha sido constantemente agraviada desde el estreno de la película. Esa no es otra que la de Carrie Fisher y su Leia.
“Por favor, dejad de debatir sobre si he envejecido bien o no. Por desgracia, eso me afecta. Mi cuerpo no ha envejecido tan bien como yo”, afirmaba una dolida Carrie Fisher en su cuenta de Twitter.
La reacción de la actriz no es de extrañar, ya que un aluvión de comentarios sobre su deteriorado aspecto ha inundado las redes estas últimas semanas. De hecho, Fisher se vio obligada a perder más de 15 kilos para volver a meterse en el papel de Leia, lo que parece no haber sido suficiente para contentar a un público al que le costaba reconocerla.