… Y al quinto capítulo resucitó: “The Walking Dead” recupera su mejor nivel

La audiencia se desplomaba y el público empezaba a perder la paciencia, pero había una buena sorpresa guardada. Ni hordas de zombis, ni sanguinarios asesinos, ni balas por doquier. Lo que verdaderamente había convertido a The Walking Dead en el gran éxito que es hoy era el suspense. La ficción de la AMC había ido jugando a la deconstrucción humana a lo largo de todas estas temporadas. Sin embargo, su capacidad para tensar hasta el último músculo de nuestros cuerpos era la auténtica clave del éxito.

SPOILERS del episodio 8×05 de “The Walking Dead”

La guerra contra los Salvadores de Negan y la octava temporada habían conseguido despertar el interés de un gran público bastante cabreado tras la anterior tanda de episodios. Sin embargo, pese a que las balas corrían en todas direcciones, la realidad es que faltaba alma. Muchos empezábamos a preguntarnos por las razones que nos habían enamorado de The Walking Dead, lo que recordábamos en el episodio 8×05.

Mientras Negan y el padre Gabriel nos dejan noqueados con sus grandiosas conversaciones en medio de una horda de zombis, el temible villano empieza a revelarse como un personaje todavía más interesante. Mientras tanto, en el Santuario buscan la forma de romper el asedio de caminantes y buscan al topo. ¿Qué faltaba para redondear la cosa? Pues a nuestro querido Rick viendo un misterioso helicóptero volando sobre su cabeza. Así, si