Presidenta Bachelet recibe bases ciudadanas para la nueva Constitución

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El evento se iniciará con una exposición interactiva en la Plaza de la Constitución, después en el Palacio, a Bachelet le entregarán dos documentos que cierran oficialmente la etapa participativa, el informe del Consejo Ciudadano de Observadores y el resultado de la sistematización de lo que se discutieron cerca de 230 mil personas entre las encuestas personales, encuentros locales y los cabildos provinciales y regionales.

En caso del capítulo XV, el Gobierno había comprometido el ingreso de la reforma a fines de 2016, pero se optó esperar el informe de los observadores para no levantar más ruido político.

El abogado Patricio Zapata, en su rol del presidente del Consejo y el sociólogo Rodrigo Márquez como miembro del Comité de Sistematizadores darán algunas palabras ante los asistentes. Ambos fueron los encargados de coordinar a las contrapartes del Gobierno en este proceso.

Las bases llegan dos meses y medio después de lo esperado por el Ejecutivo, que originalmente tenía contemplada esta ceremonia para los primeros días de noviembre, pero el retraso en el análisis de los fundamentos, terminó por correr el calendario completo. De hecho, fue la propia Presidenta que zanjó la fecha final para hoy y sólo hace dos semanas se les comunicó a los observadores.

Así el grupo de consejeros trabajó contra reloj los últimos días para afinar los detalles del informe que contiene tres partes, entre lo cuantitativo, lo observado durante el proceso y las fundamentaciones de las casi 9 mil actas que arrojó la consulta ciudadana que se realizó entre abril y agosto de 2016.

La puesta en escena será similar a cuando se impulsaron los cabildos. La idea es dar una imagen masiva y transversal, por lo que se invitó a todos los presidentes de partidos. Es que precisamente lo que viene después de las bases ciudadanas es la negociación política para sacar adelante lo prometido por el Ejecutivo: la reforma constitucional al capítulo XV de la Constitución y la propuesta para una nueva Carta Fundamental.

En caso del capítulo XV, el Gobierno había comprometido el ingreso de la reforma a fines de 2016, pero se optó esperar el informe de los observadores para no levantar más ruido político, pues esta propuesta permitirá al Congreso definir el mecanismo para cambiar la Carta Magna. El problema es que para poder realizarlo se necesita el apoyo de 2/3 de los diputados y senadores en ejercicio, el quórum más alto que contempla la legislación. Esto significa una amplia negociación tanto con la Nueva Mayoría como con la oposición.

“Para poder sacar adelante el proyecto se va a necesitar el acuerdo con la derecha y este puede ser un tema de campaña de los futuros candidatos a diputados, senadores, y Presidente de la República, pero obviamente va a ser muy complejo discutir la reforma constitucional en año electoral”, aseguró el senador (IND) y presidente de la comisión de Constitución, Pedro Araya.

Desde Chile Vamos miran con recelo lo que pueda pasar en este período. Básicamente, porque hay temor de que en esta etapa la discusión solo centre, por ejemplo, en un mecanismo como la Asamblea Constituyente, fórmula que no comparten.

“El Gobierno hizo un proceso constituyente desastroso, porque finalmente fue incapaz de convocar a la gente y además demostró que no es prioritario para la ciudadanía el tema de la reforma constitucional. Y a diferencia de nosotros que tenemos una propuesta concreta y analizada con 80 modificaciones, el Gobierno no tiene nada. Por lo tanto, va a ser otra de las promesas incumplidas”, comentó el senador (RN) Alberto Espina, quien coordinó la discusión constitucional paralela que impulsó la oposición.

Por eso en esta nueva etapa, el ministro del Interior, Mario Fernández y el titular de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre serán los protagonistas. Mientras que la vocera, Paula Narváez se mantendrá en una segunda línea, a diferencia de la fase participativa, donde el ex ministro Marcelo Díaz fue quien lideró el tema.

Durante los últimos días, en la Segpres se han realizado reuniones y minutas para fijar fórmula y fecha en que pueda ingresar esta reforma. Se estima que durante el mes de enero y después que el ministro Fernández retome sus labores, el comité político zanje el tema para que se pueda iniciar su discusión al regreso del receso legislativo. Además, en el Gobierno no descartan conformar un equipo o consejo asesor nuevo para la redacción final del nuevo texto constitucional.

Mientras, el Ejecutivo también se enfocará en dar una señal de que el tema está vivo, no sólo porque es parte de uno de los 6 ejes de la agenda de prioridades que está definiendo con la NM, sino porque están conscientes de las dificultades para posicionarlo comunicacionalmente.

En La Moneda, se ha analizado las trabas que ha tenido, por ejemplo, canalizar las exposiciones internacionales que han dado por el proceso. A eso se suma que las encuestas no aparece dentro de las áreas más importantes para la ciudadanía. En la última encuesta CEP, una Nueva Constitución tuvo solo el 5% de las preferencias como primera prioridad.