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Isabel Rubio (ECBB11) y Christian Sisó (Vall d'Hebron)EUROPA PRESS

Una terapia en casos agresivos suprimió el tumor en el 65% de las pacientes

BARCELONA, 23 (EUROPA PRESS)

La cirugía mayor que implica la mastectomía y la extirpación de nódulos linfáticos puede evitarse sin riesgo en algunos tipos agresivos de cáncer de mama si se han tratado antes con fármacos dirigidos, según un estudio presentado en el XI Congreso Europeo de Cáncer de Mama (EBCC) en Barcelona.

La copresidenta del congreso Isabel Rubio ha explicado en rueda de prensa que la investigación se centró en las mujeres con cáncer de mama HER2 positivo y triple negativo, a las que se trató para reducir el tamaño de sus tumores, y al 57% se les practicó finalmente cirugía conservadora --menos extensiva--.

"Podemos hacer que el tumor desaparezca y que la cirugía permita mantener la mama y los ganglios" con seguridad, siempre que el cáncer responda al tratamiento, según la líder del estudio, que ha dicho que la cirugía conservadora conlleva menos efectos secundarios y mejor calidad de vida.

Los investigadores estudiaron un grupo de 160 mujeres con cáncer de mama tratadas en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona entre 2007 y 2016, de las que el 81% eran candidatas a mastectomía, y se las trató con quimioterapia y al menos un fármaco anti-HER2.

El resultado fue que en el 65% de los casos no quedaba tumor en el momento de hacer cirugía, y 61 mujeres (el 47,2%) que iban a ser mastectomizadas fueron tratadas con cirugía menor, ha destacado Rubio, que ha añadido que a menudo incorporan la reconstrucción inmediata de la mama en la misma operación.

MENOS EFECTOS SECUNDARIOS

Iniciaron el estudio porque querían comprobar "si los beneficios, ya conocidos, de los fármacos dirigidos podían aplicarse también para ahorrar a las mujeres los efectos indeseables de la cirugía radical", ha relatado Rubio, que fue directora de cirugía oncológica de mama del Vall d'Hebron.

El tratamiento también obtuvo como resultado un 71% de pacientes sin signos de cáncer en los nódulos linfáticos, lo que implicó también que se aplicase una cirugía menor en esas zonas, ante lo que Rubio ha llamado a un abordaje personalizado de cada caso de cáncer de mama.

El presidente del EBCC 11, Robert Mansel --que no formó parte de la investigación--, ha coincidido en la necesidad de un tratamiento personalizado: "Necesitamos entender las necesidades de las pacientes particulares y las diferencias entre los tumores individuales".

"Esta investigación ofrece más información sobre qué pacientes tiene más probabilidad de beneficiarse de la cirugía radical y cuáles podrían ser tratados con seguridad con una cirugía conservadora, lo que acarrearía posibles beneficios en la calidad de vida de las pacientes", ha valorado.

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