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Capitalbolsa | 27 jun, 2017 17:14
cbeconomia83jd

Esta semana repasamos en profundidad nuestro cuadro de previsiones, incluyendo por primera vez las estimaciones de cara al año 2018. Respecto a nuestra revisión anterior, elevamos en una décima la previsión de crecimiento del PIB mundial para este año (hasta el 3,7%, lo que supone superar el nivel potencial), situándolo en la cota tendencial en 2018 (3,5%).

La inflación global, en el entorno del 3%, seguiría estando por debajo del promedio de las tres últimas décadas, lo que permitiría a los bancos centrales adaptar su política monetaria a un entorno más benigno sin urgencias y grandes sobresaltos.Un escenario, en síntesis, definido por (i) un crecimiento de la actividad económica consolidado en los altos del ciclo sin señales visibles de recalentamiento, (ii) con algo más de inflación (bienvenida por lo que supone en clave de dinamización de demanda de consumo duradero postergado en su momento y en términos de ayuda al proceso de desapalancamiento) pero en coordenadas moderadas, y (iii) pocos desequilibrios aparentes en lo que a formación de burbujas se refiere, más allá de una valoración de los activos financieros más exigente.

Este escenario de goldilocks, sigue teniendo en la sincronía entre bloques geográficos un acento diferencial. Dentro de las economías desarrolladas, contrasta, ciñéndonos a 2017, la revisión a la baja en la previsión de crecimiento de EEUU (desde el 2,7% hasta el 2,3%) con la elevación sustancial de la de la zona Euro (desde el 1,6% hasta el 2,2%), pero lo importante es que, por primera vez prácticamente desde el inicio de la Gran Recesión, las dos principales economías avanzadas arriman el hombro al unísono para contribuir al crecimiento mundial. La principal diferencia entre ambas, que explica a su vez la vigencia de la brecha abierta entre la Reserva Federal -continuaría normalizando su política a un ritmo sostenido de tres subidas de tipos de interés tanto en 2017 como en 2018- y el Banco Central Europeo -aún esperaría a 2019 para empezar a elevar su tipo de referencia-, es la inflación, más próxima al objetivo oficial en EEUU y todavía alejada del mismo en la zona Euro, con una variable explicativa en la mayor tracción de los salarios en la economía estadounidense que en la europea. Con perspectiva en 2018, subrayamos que el PIB de EEUU moderaría tres décimas su avance respecto a 2017, hasta el 2,0%, reflejando implícitamente la materialización de una recesión técnica en la segunda mitad del año, recesión que en cualquier caso tendría una duración corta y carecería de un perfil excesivamente profundo, en cierta medida porque no se debería a excesos como la de 2008 y se vería algo amortiguada por un estímulo fiscal de la Administración Trump que, no obstante, adivinamos modesto.

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