"Sólo cuanto te pegas un batacazo en la Bolsa sabes lo difícil que es mantenerse en pie…"
Me dice Adrián M. economista, especulador y seguidor compulsivo de la Bolsa (y otros juegos) que "están de moda en determinados círculos de intelectuales las citas de los clásicos y el retorno a la filosofía, quizá, porque nadie estamos satisfechos con nada y apenas entendemos lo que pasa a nuestro alrededor, tanto es el desmadre político por doquier.
Ayer leí una cita de Multatuli, que me sobrecogió: quien no ha caído nunca no tiene una idea justa del esfuerzo que hay que hacer para mantenerse en pie. Y yo lo elevó a categoría de Bolsa, dada mi obsesión por los mercados, la especulación, incluso por el juego. Sólo cuando te pegas un batacazo en la Bolsa sabes lo difícil que es seguir en pie, sin tambalearse. Lo difícil que es conciliar el sueño, con historias imposibles cuando cierras los ojos. Hablo con unos y con otros. Leo por aquí y por allá y me deprimo más toda vía. No es momento de ansiolíticos sino de antidepresivos..."
"No es lo mismo un medicamento ansiolítico, que uno antidepresivo. Ansiolítico: fármaco con propiedades anti-ansiedad. Antidepresivo: fármaco con propiedades anti-depresivas.
Los antidepresivos se fundamentan en el principio de que existe una sustancia deficitaria en el cerebro, que está causando una bajada de ánimo. Los antidepresivos se encaminan por lo tanto a AUMENTAR la sustancia que falta en el cerebro, cuya falta produce un decaimiento anímico. Estas sustancias, para sintetizar, son las MONOAMINAS, a saber:
1) Serotonina
2) Noradrenalina
3) Dopamina
Los modernos antidepresivos aumentan selectivamente la serotonina (sin entrar en detalles), mientras que los más antigüos aumentaban indiscriminadamente las tres monoaminas (para no liarnos más). Los modernos tienen, por ser más selectivos, menos efectos secundarios...." (Leer más)